Mérida.- Una profunda preocupación e indignación crece entre los habitantes de las comunidades de La Mucuy Baja y Mucunutan, en el municipio Santos Marquina, ante el inminente cierre total del puente de Puerto Río. Este cierre, previsto para este lunes 15 de septiembre, se suma al prolongado retraso en la reparación de la estructura, que colapsó parcialmente debido a las intensas lluvias y la crecida del río Chama el pasado 24 de junio.
El paso, que ha sido intermitente desde el incidente, será ahora restringido por completo tanto para vehículos como para peatones. Esta medida, sin un plazo definido, deja en el aire preguntas cruciales para los vecinos que dependen de esta vía para su día a día.
Sin vías alternas y con el regreso a clases en puerta
La comunidad se encuentra en un estado de incertidumbre, especialmente porque este cierre coincide con el inicio del año escolar. "¿Cuáles serán las vías alternas que usarán los habitantes de los sectores afectados? ¿Cómo harán los estudiantes que inician clases ese mismo día y las personas que trabajan o deben dirigirse fuera de la zona?", son las preguntas que se repiten con desesperación.
Los vecinos denuncian la falta de planificación y comunicación por parte de las autoridades. Señalan que, a pesar de una inspección reciente, no se han ofrecido soluciones concretas ni se han definido los desvíos necesarios para garantizar la movilidad de las más de 3.000 personas que, según estimaciones, utilizan esta vía diariamente.
Indolencia y un puente de guerra desaparecido
La frustración de los lugareños se centra en lo que califican de "indolencia" por parte de los entes gubernamentales. A pesar de los anuncios de avance en la obra, los habitantes afirman que el progreso ha sido mínimo y que la situación se ha estancado. "Señalan que hay indolencia por parte de quienes ya deberían tener el asunto resuelto", es el sentir generalizado.
Asimismo, la comunidad recuerda la propuesta de instalar un puente de guerra como solución temporal, una medida que hubiera servido de paliativo mientras se construía la estructura definitiva. Sin embargo, los vecinos denuncian que "solo tomaron la foto y se lo llevaron", dejando a la población sin una alternativa viable.
Ante la situación, los residentes de La Mucuy Baja y Mucunutan exigen celeridad y acción inmediata para la reconstrucción del puente. La movilidad no es solo un tema de conveniencia, sino una necesidad vital que afecta la educación, el trabajo y el acceso a servicios esenciales de miles de personas. La comunidad espera que las autoridades ofrezcan una respuesta y una solución definitiva antes de que la situación se vuelva insostenible.
Leonardo Rodríguez Dugarte / Compás Informativo
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