Israel llevó a adelante una operación militar contra Irán que pone a la región al borde de una guerra total que podría traer represalias inmediatas que se especula que sea mediante misiles balísticos.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, describió el ataque como un "ataque preventivo" y declaró una emergencia especial en todo Israel, diciendo que "se espera un contraataque en un plazo inmediato".
El ataque se produjo mientras Estados Unidos dirigía los esfuerzos para negociar un acuerdo con Teherán que limitara la capacidad de Irán de producir armas nucleares y un día después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica, el centro de vigilancia nuclear de la ONU, censurara a Irán por no cumplir sus obligaciones de no proliferación nuclear.
Por eso, el secretario de Estado, Marco Rubio, aclaró que la acción de Israel fue unilateraly subrayó que Washington no participó en la operación. Asimismo, precisó que el gobierno de Donald Trump adoptó "todas las medidas necesarias para proteger a nuestras fuerzas" y mantiene una coordinación estrecha con sus socios regionales.
La televisión estatal iraní informó que se teme que el líder de la Guardia Revolucionaria de Irán esté muerto tras un ataque israelí.
El reporte ofrecía pocos otros detalles sobre lo que le sucedió al general Hossein Salami, pero agregaba que se teme que otro alto funcionario de la Guardia Revolucionaria, así como dos científicos nucleares, también estén muertos.
La televisión estatal también informó que el ataque de Israel provocó un incendio en la sede de la Guardia Revolucionaria.
Varios sitios en la capital iraní fueron atacados por Israel. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el ataque tenía como objetivos instalaciones nucleares y militares, así como funcionarios que dirigen el programa nuclear y el arsenal de misiles balísticos de Irán.
El ataque no fue una sorpresa.
El gobierno israelí dañó el sistema de defensa aérea iraní durante sus ataques contra el país el año pasado y había planeado durante meses aprovechar la debilidad de Teherán para organizar nuevos ataques. Anticipándose a una escalada regional, Estados Unidos retiró el miércoles a sus diplomáticos en Irak y autorizó la salida voluntaria de familiares de soldados estadounidenses destinados en otros lugares de Medio Oriente. Una agencia gubernamental británica también advirtió el miércoles de una escalada que podría significar mayores riesgos para los barcos en el golfo Pérsico.
El ataque fue una de las maniobras más descaradas en una lucha de décadas entre Israel e Irán que, hasta el año pasado, solía llevarse a cabo mediante operaciones encubiertas y no declaradas. Durante años, Irán ha financiado milicias regionales que se oponen a la existencia de Israel y ha llevado a cabo ataques clandestinos contra infraestructuras e intereses israelíes. Israel, que se cree que es la única nación con armas nucleares de Medio Oriente, considera el programa nuclear iraní una amenaza existencial y lleva mucho tiempo llevando a cabo sus propios ataques encubiertos contra el programa nuclear, los científicos y otras infraestructuras de Irán.
La guerra en la sombra salió a la luz pública después de que Hamás, el grupo armado respaldado por Irán que ha gobernado Gaza durante mucho tiempo, atacara Israel el 7 de octubre de 2023, lo que dio lugar tanto a la guerra en Gaza como a una confrontación regional más amplia que enfrenta a Israel con Irán y sus apoderados, incluidos Hizbulá en Líbano, grupos armados en Irak y los rebeldes hutíes en Yemen.
El ataque de Israel contra un complejo controlado por Irán en Siria en abril de 2024 provocó que Teherán disparara una enorme cantidad de misiles contra Israel. Irán lanzó un ataque similar el otoño pasado, después de que Israel asesinara a Ismail Haniyeh, dirigente de Hamás, cuando visitaba Irán el verano pasado, y después matara a Hassan Nasrallah, dirigente de Hizbulá.
Con información de AP, NYT y France 24
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