Féretro del papa llega a la basílica Santa María la Mayor


El féretro del papa Francisco, llevado en papamóvil por las calles de Roma desde la basílica de San Pedro tras el funeral, llegó a Santa María la Mayor, para su entierro, como dejó escrito en su testamento. 

El cortejo fúnebre atravesó el centro de Roma con decenas de miles de personas que se congregaron a su paso hasta llegar a la basílica romana, donde cuarenta personas, entre ellos desfavorecidos y algunos reclusos, esperaron su llegada en la escalinata de entrada con una rosa blanca. Los restos mortales del primer papa latinoamericano serán enterrados en la intimidad en este templo del siglo V, a miles de kilómetros del barrio porteño de Flores, en Argentina, donde nació hace 88 años. 

Santa María la Mayor, una basílica muy vinculada a la monarquía española


Santa María la Mayor está situada en la céntrica colina romana del Esquilino y es una de las cuatro basílicas papales de la capital, junto con San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros. Ya hay otros siete Papas enterrados en este templo, que dista unos cuatro kilómetros del Vaticano, pero todos vivieron hace siglos. También descansan aquí los restos de Paulina, la hermana de Napoleón Bonaparte, y del escultor y arquitecto Gian Lorenzo Bernini, autor de la columnata de la plaza de San Pedro del Vaticano.

Es una iglesia muy antigua, cuyos orígenes se remontan al tiempo de los primeros cristianos. Está también envuelta por la leyenda, pues en Roma se dice que su construcción fue fruto de un milagro. La historia popular cuenta que la noche del 4 de agosto del lejano año 352, la Virgen se apareció en sueños a un pudiente patricio romano, a su esposa y al Papa Liberio, y les pidió que levantaran un templo en su honor en un lugar que les indicaría la mañana siguiente. Al despertarse, encontraron esta zona de Esquilino cubierta de nieve, algo inusual en el periodo estival, e interpretaron que ese era el lugar elegido por la Virgen para edificar el santuario. Ahí se levantó la primera iglesia, que se ha ido transformando a lo largo de los siglos, pero siempre ha mantenido su estructura original —es la única basílica papal que conserva su planta primigenia—, hasta convertirse en la actual Santa María la Mayor, también conocida como Santa María de las Nieves. En Roma, cada 5 de agosto se escenifica la nevada milagrosa con el lanzamiento de pétalos blancos o copos artificiales en los últimos tiempos.

Este templo está particularmente vinculado a la Corona española, sobre todo desde que el papa Alejandro VI (1492-1503) encargó construir su imponente artesonado. La tradición dice que para ello se empleó el primer cargamento de oro llegado de América por decisión de la reina Isabel La Católica.

Con información de EFE

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