Feligreses de San Rafael de Mucuchíes participaron en la XXII edición del Viacrucis de la Montaña


San Rafael de Mucuchíes, considerado el pueblo más alto de Venezuela, se convirtió nuevamente en el escenario de una de las tradiciones más emblemáticas de la Semana Santa en Mérida: el Viacrucis de la Montaña.

Esta actividad ha sido desarrollada por 22 años consecutivos y reúne a cientos de feligreses, que con mucha fe y devoción recorren los más de 5.6 kilómetros desde la Plaza Bolívar de la comunidad -a 3140 metros sobre el nivel del mar- hasta la Laguna de «El Hoyo», ubicada a más de 3740 msnm.

Hay feligreses como Yajaira Romero que hacen todo el peregrinaje descalzos. Ella desde hace 11 años hace el viacrucis sin zapatos como una forma de agradecerle a Dios por su protección. Su hijo tiene 8 años acompañándola.

Este año, la procesión tuvo un significado especial, ya que fue enmarcada en el Jubileo de la Esperanza, al cual todos estamos llamados a participar como peregrinos.

El viacrucis incluyó la dramatización de la Pasión y Muerte de Cristo a cargo del grupo de la pasión viviente de La Mucuchache, una de las comunidades que conforma esta importante parroquia del páramo merideño.

El recorrido finalizó con una eucaristía presidida por el presbítero Guzmán Contreras, párroco de la comunidad.

En la homilía, el padre Guzmán invitó a los feligreses a no limitarse solo a vivir el viacrucis como una actividad más de la Semana Santa o como deporte.

«Debemos vivir esta jornada con fervor, con fe y con la intención de ser mejores cristianos y mejores personas (…) que este viacrucis nos lleve a renovarnos; a transformarnos y a desterrar el odio de nuestros corazones, convirtiéndolo en perdón, reencuentro y reconciliación», dijo el sacerdote.

También recordó que el viacrucis fue una iniciativa del padre Duglas Briceño durante sus años de párroco y que hoy, junto a la feligresía, él, como nuevo párroco de la comunidad, continúa recorriendo el camino y fortaleciendo esta importante tradición.

El Viacrucis de la Montaña es un símbolo de devoción en los Andes venezolanos. Se realiza en varias comunidades de diferentes municipios y atrae a fieles locales y a visitantes que buscan conectar con su fe en un entorno natural tan imponente como las montañas merideñas. Prensa Arquidiócesis de Mérida

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