A menos de dos meses para regresar a la Casa Blanca, Donald Trump, presidente electo ha redoblado su guerra contra los medios de comunicación. En las últimas semanas, Trump demandó cantidades multimillonarias contra empresas periodísticas y editoriales que lo han criticado, generando preocupación sobre el impacto que su segundo mandato podría tener en la libertad de prensa.
Demandas multimillonarias contra críticos
El jueves, Columbia Journalism Review reveló que Edward Andrew Paltzik, abogado de Trump, envió una carta al New York Times y a Penguin Random House exigiendo 10,000 millones de dólares en daños y perjuicios. Según la carta, los artículos y publicaciones críticas hacia Trump dañaron su reputación. Esta acción ocurrió apenas días antes de las elecciones presidenciales, marcando el inicio de lo que parece ser una ofensiva legal generalizada contra sus detractores mediáticos.
“El bando enemigo”: discurso de hostilidad hacia los medios
En su discurso de victoria la semana pasada, Trump calificó a los medios como “el bando enemigo”, intensificando una narrativa que ha promovido desde su primera campaña presidencial en 2016. Esta retórica ha encendido las alarmas entre defensores de la libertad de prensa, quienes advierten que el segundo mandato del magnate podría traer restricciones más severas para los medios críticos.
Preocupación por la libertad de prensa
Organizaciones internacionales y expertos en derechos humanos ven con inquietud las recientes acciones de Trump. Sus demandas y acusaciones contra los medios no solo buscan desacreditar a sus críticos, sino también asentar un precedente peligroso para la libertad de expresión en Estados Unidos.
El regreso de Trump a la presidencia plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre el gobierno y los medios de comunicación. Si su historial y las acciones recientes son un indicativo, la prensa estadounidense podría enfrentarse a uno de los periodos más desafiantes de su historia.
Con información de Cadena Política
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