El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) informó que la economía de Venezuela registró un crecimiento del 5,9% en el tercer trimestre de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descubrimiento destaca una tendencia positiva en la recuperación económica del país, en medio de la inestabilidad del dólar y el aumento de precios.
Según el OVF, este crecimiento significativo se debe en gran medida al aumento en la producción petrolera, que se elevó de 797.000 barriles por día en el tercer trimestre de 2023 a 933.000 barriles por día en el mismo trimestre de 2024. Este incremento del 17% refleja el impacto de las políticas implementadas y la situación del mercado global, tal como se señala en los informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Adicionalmente, el OVF reporta que la actividad económica no petrolera también mostró un incremento del 4,8% entre los dos periodos analizados. Este crecimiento se acompaña de aumentos significativos en la recaudación de impuestos, financiación bancaria y gastos gubernamentales, lo que sugiere una diversificación en las fuentes de crecimiento económico.
El OVF también estima que entre enero y septiembre de este año, el crecimiento económico se sitúa en un 3,8% en comparación con el mismo lapso de 2023. Mientras, el Banco Central de Venezuela (BCV) ha informado que la actividad económica creció 8,78% en el segundo trimestre de 2024, acumulando así un total de 13 trimestres consecutivos de incrementos en el producto interno bruto (PIB).
No obstante, a pesar de estas estadísticas alentadoras, diversos sectores de la sociedad, incluyendo opositores y sindicatos, han manifestado su preocupación por el hecho de que el crecimiento económico no se ha traducido en mejoras palpables en las condiciones de vida de la clase trabajadora. En este sentido, el salario mínimo actual se sitúa en 2,9 dólares mensuales, lo que ha sido motivo de críticas por su insuficiencia en comparación con el costo de vida.
Cabe destacar que el bajo salario se ve parcialmente compensado por un bono de alimentación de 40 dólares y un 'bono de guerra económica' de 90 dólares, dirigido exclusivamente a empleados públicos. No obstante, estas cantidades no se consideran para cálculos de beneficios laborales, como vacaciones o jubilaciones.
Foto: Cortesía
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