El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, cree que las nuevas sanciones del Gobierno de EE.UU. contra 16 altos cargos del gobernante venezolano, Nicolás Maduro, a los que acusa de obstaculizar las últimas elecciones, no ayudarán a hallar una salida a la crisis política en que se encuentra sumido el país suramericano.
«No creo que ayuden», dijo el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, al ser preguntado a este respecto en su rueda de prensa diaria desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Inmediatamente añadió que en la secretaría general de la ONU continúa la «preocupación por el respeto a los derechos humanos» y por «la falta de transparencia» imperante aún hoy tras los comicios presidenciales del 28 julio en Venezuela.
Washington anunció la imposición de sanciones a 16 aliados de Maduro -incluidos la presidenta del Tribunal Supremo de Venezuela o líderes de las fuerzas armadas del país caribeño- por violaciones a los derechos humanos y por obstruir el libre desarrollo de las últimas elecciones.
En esos comicios, las autoridades electorales de Venezuela declararon vencedor a Maduro poco después del cierre de las urnas, pero nunca publicaron un desglose acta por acta, argumentando que la página web del Consejo Nacional Electoral había sido hackeada.
Los líderes opositores María Corina Machado y el excandidato Edmundo González Urrutia, que recientemente se exilió en España, apelaron a la ilegalidad del proceso, contando con un respaldo público de parte de la comunidad internacional, incluido el de líderes de izquierda en Latinoamérica como Lula da Silva (Brasil) o Gabriel Boric (Chile).
Sin embargo, y más allá de genéricas llamadas «al diálogo», la comunidad internacional no se pone de acuerdo sobre ninguna iniciativa concreta que permita superar la crisis en Venezuela ni sobre una fórmula de diálogo que sea aceptable entre las partes.
Con información de EFE
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