Por: José Miguel Lara Mania *
Urbanópolis es una iniciativa innovadora enfocada en los problemas que aquejan a nuestras ciudades, desde una perspectiva ciudadana y desde la identificación y exposición de las causas, para contribuir a generar conciencia y soluciones gracias a un debate público informado, que tenga en cuenta las razones técnicas y el enfoque de las Políticas Públicas.
Primer caso: Cables aéreos en desuso.
Los cables aéreos en desuso, o cables muertos como se les conoce coloquialmente, son aquellos conductores eléctricos o de telecomunicaciones que, habiendo cumplido su función original, permanecen instalados en el espacio público sin ser utilizados. Estos cables, que forman una maraña visualmente desagradable, representan un problema urbano, principalmente por tres razones:
Primero, son un riesgo para la seguridad ciudadana porque pueden caerse y causar accidentes viales; segundo, deterioran el paisaje urbano porque afectan negativamente la estética de las ciudades, disminuyendo así la calidad de vida de sus habitantes; y, tercero, porque son un obstáculo para el desarrollo urbano.
En nuestra histórica ciudad de Mérida, y principalmente en su casco colonial, nos hemos topado en los últimos años, con la proliferación de "cables muertos" que ponen en riesgo la seguridad ciudadana, enturbiando la imagen urbana y generando contaminación visual y ambiental.
Este problema urbano que existe en Mérida, y en varias ciudades de América Latina, genera un desafío para los gobernantes. Por ello, en algunas ciudades se ha empezado a legislar con la intención de conseguir la solución más adecuada.
Revisando la literatura sobre este flagelo público, nos encontramos con dos enfoques para afrontarlo: Por un lado, observamos el caso de la ciudad de Lima en Perú donde se utiliza el paradigma "Top-Down" en el diseño y ejecución de las políticas públicas, implementando una solución que consiste en encargar a la empresa concesionaria para que retire los cables muertos.
Por otro lado, en Ciudad de México, desde la Dirección de Innovación Pública, se diseña y ejecuta una Política Pública enmarcada en el paradigma "Bottom Up" que consiste en coordinar los trabajos para retirar los cables aéreos en desuso entre las empresas de telecomunicaciones y energía con los entes públicos que incluso han puesto a disposición de la ciudadanía un portal web donde se pueden reportar riesgos por "cables muertos" en sus comunidades.
De manera que el paradigma para enfrentar este desafío urbano puede variar según las características del caso y la formación de los "policy makers" involucrados. Sin embargo, parece que el principal obstáculo para avanzar en la solución de este problema urbano, en Mérida y en nuestras ciudades venezolanas, es la deformación de nuestros "formuladores de Políticas Públicas", porque de otra manera no se entendería que ante un flagelo urbano tan evidente se sigan otorgando concesiones a empresas de telecomunicaciones que continúan atiborrando de cables y fibra óptica los postes, mientras no existe una política clara que designe a un responsables de identificar y retirar los cables que ya no cumplen ninguna función, se encuentran en mal estado o representan un riesgo para la ciudadanía.
Abordando este desafío urbano desde el ángulo de las Políticas Públicas.
La eliminación de los cables aéreos en desuso, para el caso de la ciudad de Mérida, y que puede ser replicable para otras ciudades en Venezuela, requiere de una estrategia integral, que coordine a diversos actores: Los gobiernos, en sus distintos niveles; la empresa pública de energía eléctrica; la empresa pública de telecomunicaciones y las empresas privadas de telecomunicaciones, además de involucrar a la ciudadanía.
Todo esto con la intención de elaborar una política pública que se convierta en un plan de acción general que englobe:
1.- La planificación urbana, realizando diagnósticos detallados para identificar el problema en las zonas con mayor concentración de cables en desuso y evaluar su impacto en el entorno urbano. Esto es vital para la incorporación de estrategias que promuevan el desarrollo de nuestras ciudades.
2. La participación ciudadana, con campañas de formación y concientización sobre los obstáculos y problemas asociados que presentan los "cables muertos" para el buen desarrollo de la vida en una ciudad. En este sentido, es importante promover herramientas tecnológicas para que los ciudadanos se conviertan en elementos activos en el diagnóstico y denuncia de los cables aéreos en desuso, ya que nadie conoce las comunidades tan bien como sus propios habitantes.
3.- Desarrollar proyectos de modernización urbana, como el soterramiento de cables, siendo una solución más efectiva a largo plazo. También la promoción de nuevas tecnologías que permitan reducir la cantidad de cables necesarios y mejorar la calidad de los servicios.
4.- Una legislación que funja como marco legal efectivo para designar responsabilidades específicas a ciertos actores encargados de retirar los cables en desuso y modernizar las prácticas, como el soterramiento de los cables en los periodos prudenciales, estableciendo incentivos y sanciones fiscales y financieras para quienes no cumplan la legislación.
En conclusión, la eliminación de los cables aéreos en desuso o "cables muertos" es un desafío urbano complejo que requiere de una estrategia integral con un paradigma que considere aspectos técnicos, sociales, políticos, económicos y ambientales que involucren a todos los actores.
Los beneficios que se obtienen en materia de seguridad, calidad de los servicios, infraestructura, estética urbana y cuidado ambiental hacen que sea una inversión necesaria para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Además, con políticas públicas adecuadas, cualquier problema de la ciudad se puede transformar en una oportunidad de mejorar la infraestructura urbana y promover un desarrollo sostenible.
*) José Miguel Lara Mania es Politólogo, analista político, experto en comunicación política y consultor en temas sobre la participación de los jóvenes en asuntos políticos.
josemiguellara230@gmail.com
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