Más de la mitad de los bachilleres aspira a estudiar carreras largas en la universidad


Desde que tiene uso de razón, cuidar de la salud bucal de las personas se convirtió en el sueño de Emilia*, una adolescente de 17 años cuya meta es ser odontóloga.

Apenas le dieron la fecha hizo todo lo requerido por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), con el propósito de poder estudiar la carrera. Sin embargo, uno de sus mayores miedos es que su cupo lo asignen en una universidad en el interior del país.

“Puedo vivir en Caracas y salirme un cupo en Bolívar. Es una oportunidad de estudio, pero no completamente segura”.

Mientras espera, aprovecha todas las oportunidades de formación que encuentra. Hizo cursos de fotografía, auditoría, informática, emprendimiento, muralismo y cerámica.

“Tengo pensado trabajar en estética y terminar de hacer cursos en los que me he estado formando”, dice.

Uno de sus mayores temores es abandonar el país por no conseguir un cupo que le permita estudiar la profesión que desea ejercer.

“La situación hace que mis compañeros y yo tengamos ansiedad de lo que pueda pasar. Por ser buena persona o buena estudiante, no te dan la oportunidad tan fácil. Hay que buscarla”, opina.

Con información de Crónica UNO

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