Primera Entrega: Clarificando definiciones y objetivos.
Por, José Miguel Lara Mania
Es necesario construir un nuevo relato que explique la actual realidad urbana y reconstruir la forma en la que se explica y entiende la ciudad. Ya no es suficiente para explicar una realidad tan convulsa como la de las ciudades, con el simplista concepto que dice, que las ciudades "son espacios geográficos, cuya población, generalmente numerosa, se dedica en su mayor parte a actividades no agrícolas".
Las ciudades son hoy en día los principales agentes de la transformación humana. La ciudad es el espacio del comercio, donde las empresas realizan sus negocios bajo normas fiscales particulares y son el lugar de la toma de decisiones.
Son entornos económicos, culturales y educativos dinámicos donde se produce el intercambio de ideas, se concentra el talento y se generan focos de innovación y de creatividad. Mediante la integración de sus propias capacidades y las inversiones que son capaces de atraer, hoy muchas de ellas son líderes mundiales en términos de generación de riquezas siendo grandes actores de la economía global.
Por su parte, un ecosistema de innovación es un entorno constituido por diversos organismos y funciones interrelacionadas que tienen por finalidad promover la innovación y a partir de ella el crecimiento económico de un territorio. Los ecosistemas innovadores son entornos capaces de transformar conocimiento en valor económico.
Del análisis de los ecosistemas innovadores más relevantes del mundo se pueden tomar varios factores de éxito, en la reflexión de hoy me planteo disertar sobre la cooperación entre empresa y universidad. No lo hago por mera casualidad sino porque es uno de los elementos más importantes a tener en cuenta para conseguir el desarrollo en la ciudad que motiva nuestras investigaciones y nuestro esfuerzo académico, Mérida- Venezuela.
En esta dirección de argumentación, en los países de ingresos medios, como es el caso de américa latina, no se ha logrado consolidar el desarrollo de grandes ciudades ni sólidos ecosistemas de innovación porque como escribe el economista Ricardo Hausmann (2021), "Sus mejores académicos de investigación dirigen sus esfuerzos a las publicaciones científicas, porque prefieren eso a ensuciarse la mente con problemas prácticos mundanos que benefician a empresas con fines de lucro" y por su otra las empresas, especialmente las grandes, invierten muy poco en investigación y desarrollo, en gran medida porque nunca han hecho esas inversiones antes, pero también porque suponen que no tendrán ningún socio universitario con el cual puedan transformar el dinero en innovaciones.
Y la verdad es que la mayoría de estas universidades, ancladas en ese paradigma de investigación, que privilegia la publicación científica sobre asuntos sin relevancia en la sociedad, que no producen avances tecnológicos ni el registro de patentes sobre herramienta que mejoren la productividad de las empresas, no están preparadas para incorporarse a un ecosistema de innovación.
En un ecosistema de innovación que funcione correctamente, la inversión de las empresas en investigación y desarrollo (I&D) se traduciría en grandes flujos de dinero que las universidades podrían utilizar para financiar una capacidad de I&D significativa y efectiva.
Pero para el caso venezolano, si se espera que surja un ecosistemas de innovación que potencie el desarrollo de grandes ciudades bajo estas premisas como ocurre con el MIT en Boston y Seattle (ambos en EE. UU.) o Hsinchu (Taiwán) por mencionar los arquetipos más paradigmáticos, se necesita que las universidades cambien su mentalidad, su estructura, su gobernanza y sus prácticas de contratación e investigación; y las empresas aprender el valor de las inversiones en Investigación y desarrollo.
De manera que en la actualidad las ciudades y las regiones más dinámicas son aquellas capaces de desarrollar entornos urbanos que se configuran como ecosistemas innovadores, en los que se favorece de manera natural la transferencia del conocimiento hacia el sistema económico. El resultado es el desarrollo de empresas intensivas en conocimiento, con visión global y fuerte crecimiento, lo que repercute favorablemente en la economía de las ciudades y regiones implicadas.
Referencias bibliográfica
Barceló, M. Ciudades y ecosistemas innovadores. Building Talent, Universitat de Barcelona (2020). Disponible en: https://www.il3.ub.edu/blog/ciudades-y-ecosistemas-innovadores/
Cuberes, D. El origen y crecimiento de las ciudades. Funcas (2021) Disponible en: https://www.funcas.es/articulos/el-origen-y-crecimiento-de-las-ciudades/
Hausmann, R. Conoce la brecha del conocimiento. Prodavinci. (2021) Disponible en: https://prodavinci.com/conoce-la-brecha-del-conocimiento/
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª (2023) Disponible en: https://dle.rae.es
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