Para algunos usuarios en las redes sociales, los medios de comunicación han perdido el rumbo de difusión de contenido. Argumentan que hoy en día los periodistas se centran más en posicionar las notas de prensa que hablan sobre algún artista, deportista reconocido o los nuevos "influencers" de las redes, y no en los hechos que cambian el rumbo social, político y económico de un país.
A dicha posición no le faltan pruebas para evidenciar el patrón. No obstante, no presenta la otra cara de la moneda. Gracias a las herramientas digitales, los medios de comunicación pueden verificar qué tipo de contenido es más leído y compartido en la web. Esto demuestra que la sociedad consume, en la mayoría de los casos, más contenido de entretenimiento que de información y educación. Es decir, hay corresponsabilidad en el tema.
Ante esto, los académicos exponen su preocupación por las nuevas generaciones, y cómo lo que difundimos por las redes sociales es un espejo de la sociedad de hoy en día. Siguiendo esta idea, muchos psicólogos sociales han presentado teorías que explican cómo lo que consumimos a través de la pantalla nos nutre o destruye.
Según el psicólogo Elliot Aronson, en su reconocido libro Animal Social, expone el rol de los medios de comunicación como canal fundamental para el desarrollo de una sociedad. Y, cómo también son responsables del contenido, criterio y perspectiva de los ciudadanos.
Perspectiva de una noticia
Para Aronson, la transmisión de noticias que llamen a la emotividad de los receptores, maniobra de persuasión, genera más seguidores y visualizaciones que una información que eduque sobre el hecho. Pero, todo no es necesariamente bueno, mucha emocionalidad puede impedir que los ciudadanos piensen y analicen conscientemente lo que perciben.
En consecuencia, afirma el escritor, la mayoría de los grandes medios intentan entretener al público, con el objetivo de crear fidelidad y posicionamiento. Al hacer esto, sin saberlo, influyen en la construcción del pensamiento crítico y las perspectivas.
El antídoto para este mal sería la educación y comunicación asertiva. La primera va enfocada en el consumidor. Mientras más conocedor del tema esté la persona, menos manipulable será.
Por otro lado, enfoca la comunicación asertiva y responsable como un rol fundamental de los comunicadores sociales, para quienes la ética debe ser un pilar fundamental para el trabajo diario, el buscar, redactar y difundir noticias que impacten y beneficien a la población.
"Los resultados explican que cuanto más educada es la persona, más escéptica es. Las personas escépticas consideran que su escepticismo las hace inmunes a la persuasión. Esto podría llevarnos a concluir que el mero hecho de saber las intenciones del anunciante sirve para evitar ser influidos por su mensaje. Pero, el hecho de pensar que uno es inmune a la persuasión no implica necesariamente serlo".
Foto: cortesía
Por: Valeria Fernanda Castro. Periodista egresada de la Universidad Católica Cecilio Acosta. CNP: 26.049.
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