El Fútbol Club Barcelona se coronó en LaLiga Santander por primera vez desde la campaña 2018/2019, luego de vencer por goleada en el derbi catalán al Espanyol en el RCDE Stadium de Cornellá-El Prat.
El marcador tardó menos de quince minutos en abrir el marcador, pues Alejandro Baldé anotó después de que Robert Lewandowski le diese una asistencia. Poco después, sería Baldé quien marcaría, esta vez con asistencia de Pedri.
Antes de finalizar la primera mitad, Robert Lewandowski haría el tercer gol luego de que Raphinha hiciera una genial jugada que terminaría en los pies del polaco. El cuarto tanto, en cambio, llegó al complemento por el francés Jules Koundé.
Los minutos finales fueron de relajación para los culés, que recibieron dos goles del Espanyol por parte de Javi Puado y Joselu. No obstante, eso no evitaría que el equipo de Xavi Hernández levantara el título liguero.
De igual forma, el Barça rompe su propio récord en el campeonato español en cuanto a puntos como visitante. Con treinta y siete puntos, se convierte en el equipo ibérico que más unidades ha fabricado a domicilio.
Invasión de ultras para echar al Barcelona
El derbi catalán acabó en bochorno. El FC Barcelona se proclamó campeón de Liga y, como tal, lo celebró con un corro en el centro del campo, sobre el césped del RCDE Stadium. A los cinco minutos de empezar al celebración, los jugadores tuvieron que echar a correr hacia el vestuario porque un grupo numeroso de personas que estaban en la grada bajaron al césped con intención de enfrentarse a los futbolistas azulgranas.
Se vivieron momentos de mucha tensión. Ya antes de pitar el colegiado, los culés empezaron a festejar el título en el banquillo y la temperatura en la grada subió. De hecho, los jugadores de ambos equipos, no sólo del Barcelona, abandonaron a toda prisa el césped y los aficionados situados en la zona donde está la grada de animación invadieron el campo e intentaron acceder al túnel de vestuario. Finalmente no lo lograron.
Incluso, la policía tuvo que pedir por megafonía que abandonasen el terreno de juego si no querían que hiciesen uso de la fuerza. Los radicales rompieron la valla de detrás de la portería y provocaron varios desperfectos.
Ahora habrá que ver a qué sanción se enfrenta el Espanyol. Por fortuna, no hay que lamentar daños personales, pero se vivieron momentos de mucha tensión.
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