Un gran jurado federal de Miami ha acusado a Maikel José
Moreno Pérez, de 57 años, ex presidente del Tribunal Supremo de Venezuela y
actual magistrado del Tribunal Supremo de Venezuela, de “conspirar para blanquear
y lavar sobornos que recibió a cambio de utilizar su cargo para resolver casos
civiles y penales en Venezuela a favor de los pagadores de sobornos”. Así lo reseñó
una
nota de prensa emitida por la
Corte del Distrito Sur de Florida.
Según los documentos de acusación penal, como presidente
del Tribunal Supremo de Venezuela, “Moreno tenía el poder de influir en las
decisiones judiciales, ya que tenía la autoridad para determinar el panel de
jueces que conocían de los casos en el Tribunal Supremo y el poder de nombrar o
destituir a los jueces de tribunales inferiores a nivel de primera instancia y
de apelación en Venezuela”. Esta actividad se habría prolongado desde 2014
hasta marzo de 2019.
Además, el texto alega que Moreno “recibió más de 10
millones de dólares en sobornos, normalmente de contratistas venezolanos que habían
recibido contratos de entidades propiedad del régimen venezolano. En 2014,
antes de su nombramiento como presidente del Tribunal Supremo, recibió un
millón de dólares a través de transferencias electrónicas a su cuenta bancaria
personal en Miami de un contratista venezolano. Este dinero fue por acordar
resolver futuros casos penales venezolanos a favor de este contratista”.
Durante su mandato en el Tribunal Supremo, Moreno habría
recibido “sobornos a cambio de influir en acciones en casos penales, incluyendo
la desestimación de cargos penales y órdenes de arresto o la orden de
confinamiento domiciliario para los acusados, según los documentos de acusación
penal. Moreno recibió sobornos de un contratista acusado en Estados Unidos de
un esquema de fraude multimillonario para que se desestimara una causa penal
venezolana”.
También el señalado “recibió sobornos a cambio de tomar
medidas oficiales en casos civiles venezolanos. Aceptó autorizar el embargo
judicial de una fábrica de automóviles de General Motors (valorada en unos 100
millones de dólares) como parte de un litigio civil a cambio de un porcentaje
de interés en los beneficios de la venta de la fábrica, según se alega. Llevaba
un libro de contabilidad de sobornos que registraba millones de dólares de
sobornos recibidos y gastos personales”.
Por si fuera poco, “Moreno presuntamente utilizó los
ingresos de los sobornos para comprar o renovar propiedades inmobiliarias en
todo el mundo, incluida una villa en la Toscana, Italia, por 2,4 millones de
euros, una villa de lujo en La Romana, República Dominicana, por 1,5 millones
de dólares, un edificio en Las Mercedes en Caracas, Venezuela, por 1,3 millones
de dólares, y un apartamento en Miami por 1,3 millones de dólares”.
También “utilizó los ingresos de los sobornos para
comprar coches, artículos de lujo, viajes de lujo y más de 300.000 dólares para
una actuación musical en su boda”.
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