Activistas del grupo ecologista Ultima Generazione (Última Generación) han arrojado pintura amarilla sobre la estatua de Víctor Manuel II en la Plaza del Duomo de Milán como protesta contra los combustibles fósiles.
Ultima Generazione publicó un comunicado de prensa reivindicando la acción en el que argumenta que el verdadero escándalo no es vandalizar una escultura, sino «la indiferencia absoluta del Gobierno hacia nuestras vidas. La crisis climática destruirá y ya está destruyendo. Italia es el sexto inversor mundial en combustibles fósiles, invierte incluso más que Rusia y Arabia Saudita. Debemos deshacernos inmediatamente del petróleo, el carbón y el gas: es posible hacerlo, solo falta la voluntad política porque vivimos en un sistema en el que importa más la ganancia de unos pocos que la vida de millones de personas».
En el vídeo difundido a través de las redes sociales por el grupo, se aprecia cómo varios activistas lanzan una considerable cantidad de pintura a la escultura. Tras la acción, se dedicaron a repartir panfletos entre los transeúntes. Poco después, llegaron los carabinieri y los desalojaron. De acuerdo con los medios locales, dos de los manifestantes fueron detenidos.
El grupo ecologista ha llevado a cabo otras protestas recientemente en la ciudad italiana. La anterior se centró en via Palmanova, una de las arterias de Milán, el pasado 22 de febrero. Los activistas invadieron la calle con el objetivo de detener la tráfico. También en este caso la manifestación terminó con la llegada de la policía.
Última Generación también ha atacado varias obras de arte en otras ciudades europeas. En noviembre, varios militantes rociaron con líquido negro que simulaba petróleo un cuadro del pintor Gustav Klimt en el Museo Leopold de Viena y un mes antes, en octubre, otros activistas del mismo grupo atacaron un cuadro del pintor impresionista francés Claude Monetlanzándole puré de patata, en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.
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