Comerciantes venezolanos atrapados entre delincuentes y la desconfianza

Comerciantes venezolanos atrapados entre delincuentes y la desconfianza

En 2022 un fenómeno marcó la economía nacional y la diferenció de los años anteriores. La caída libre que venía afectando a todos los sectores de pronto se desaceleraba. La inflación que agobia a los venezolanos, también aplicaba el freno de mano y en algunas partes surgían lo que especialistas han denominado como una burbuja económica de pronto daban visos de un respiro.

Así sin planes, ni proyectos, sin políticas económicas, más allá de cierta flexibilidad en el uso del dólar y cierta apertura para las importaciones, de pronto un alivio reactivaba la economía y una campaña vedada nacía: “Venezuela se arregló”.

Ese respiro tuvo en el sector comercio de la economía uno de sus principales actores, luego de años en declive, el sector comercio sentía una reactivación, bodegones y tiendas de productos importados se multiplicaron.

Siguieron las ventas de artículos de lujo; los automercados ampliaron su stock y comenzaron a hacerle competencia a los bodegones, vehículos y motos de lujo se vendían libremente, restaurantes, tiendas a todo dar, servicios especiales, viajes a destinos exclusivos, escoltas, hoteles de lujo, conciertos, y así de pronto nacía el término de la “Venezuela premium” y el comercio era su principal ventana.

Pero con las buenas noticias, siempre llegan las malas, la leve recuperación de la economía tuvo sus efectos secundarios, la delincuencia volvió a los viejos hábitos.

El criminólogo y profesor universitario Luis Izquiel señala que el repunte de estos delitos es consecuencia de las dificultades económicas que tiene este país. Pero tiene un impacto tremendo en la economía especialmente entre los sectores productivos, como la agroindustria, así como entre el comercio, donde atraviesan un país de obstáculos, trabas, robos y de impuestos exagerados, entonces comprendemos por qué cuesta tanto llevar adelante un comercio”.

El reino de la extorsión


El Observatorio Venezolano de la Violencia señala en su informe correspondiente al año pasado que en 2022 que se pudo observar un incremento generalizado de las actividades de extorsión sobre aquellos actores económicos o individuos que tenían acceso a dólares u otras monedas extranjeras.

De una manera significativa los delincuentes se enfocaron en las áreas dedicadas al comercio de bienes importados, “cuyas transacciones se realizan en moneda extranjera y que son objeto continuo de amenazas verbales directas, con audios y videos, o incluso con agresiones, como la explosión de granadas en los locales comerciales”.

Las bandas extorsionistas no tienen frenos, ya que se trata de un negocio relativamente seguro. El miedo convence y un arma, amenazas en las que se da la ubicación exacta de familiares, disparos contra las viviendas o comercios y la explosión de granadas, abren los ojos y las carteras.

Así a lo largo y ancho del país, organizaciones criminales dedicadas a la extorsión comenzaron a hacer de las suyas y se afianzaron, con apenas una tímida respuesta por parte de los organismos policiales, que muy de vez en cuando anuncian la desarticulación de alguna organización dedicada a la extorsión.

Aunque lo parezca, no es un problema exclusivo de la frontera, todas las ciudades tienen bandas que operan extorsionando, se sabe que desde la cárcel de Tocorón se hacen llamadas exigiendo el pago de cantidades para salvar la vida de posibles ataques.

Izquiel, destaca que el comercio en Venezuela enfrenta el tema de la extorsión. “Es un delito que no suena mucho en la capital, aunque sabemos que existe, pero en regiones como por ejemplo en el Zulia son muy frecuentes.

El secuestro revive


Otro delito que está golpeando duramente a los comerciantes es el secuestro, cuyas víctimas predilectas son los comerciantes, sobre todo esos que manejan negocios prósperos donde es ganan cantidades importantes de dinero.

Izquiel agrega que “muchos comerciantes son declarados objetivo por los grupos delictivos, pero la novedad es que ahora estamos hablando de nuevo de secuestros largos, en los que la víctima ha sido estudiada, donde hay un estudio de sus rutinas para capturarlos”.

El año pasado y este vimos un repunte en este tipo de delitos, especialmente contra comerciante, hay varios casos de comerciantes secuestrados, muchos de esos casos quedaron registrados en video, muchas veces los delincuentes disfrazados oficiales de la policía se los llevan de su comercio”.

Ya no se ve tanto el tema del secuestro exprés, se ve el asalto con rapto, la víctima es tomada como rehén para que lleve a los asaltantes hasta su casa donde se llevan objetos valiosos y dinero que pueda haber en la vivienda.

Depredación y robos


Un importante porcentaje de las pérdidas del sector comercial se encuentra en los hurtos y robos, especialmente los robos depredadores. Según estudios realizados por especialistas, las pérdidas vinculadas a hurtos, robos y fraudes representan alrededor del 35% del total de las pérdidas anuales de los negocios minoristas.

En nuestro país la normalización en el uso de las divisas, impulsó la reactivación de un tipo de delito que había disminuido: el robo, hurto y en consecuencia los homicidios y lesiones asociadas a estos.

Un factor que impulsó el renacer de estas actividades delictivas es la existencia continua de efectivo en moneda extranjera en comercios y en manos de los individuos que reciben sus pagos en dólares. Al no tener la posibilidad de bancarizar las divisas, todos se ven obligados a mantener en su poder el producto de las ventas de los comercios así como los salarios, se convierten en oportunidades para delincuentes aislados y de pequeñas bandas.

“Así como el crimen organizado se focalizó en la extorsión, el delito no-organizado se enfocó en los hurtos y robos depredadores a individuos o pequeños o medianos comerciantes, así como el resurgimiento de los asaltos en el transporte público, se debe a la mayor presencia de dólares en bolsillos de los empleados y trabajadores”, señala el informe del OVV.

Todos somos ladrones


Una de las consecuencias de los robos, hurtos y toda actividad delictiva que gira alrededor de los comercios es que todos somos considerados como ladrones por parte de los dueños de comercios.

“Los robos y los hurtos son los delitos que numéricamente se cometen con mayor frecuencia en Venezuela. El comercio se ve afectado por esta incidencia, al extremo que el OVV reportó su aumento, entre otras cosas por el tema de la dolarización”, recordó Izquiel.

“En las cajas de los comercios tienen dólares y esos dólares son lo que buscan los delincuentes, por lo tanto, el robo sobre todo a los comercios aumentó, pero además los comercios enfrentan diariamente una tremenda ola de hurtos de mercancías y equipos”.

Los comerciantes deben enfrentar los gastos que implica la seguridad para evitar ser víctimas de robos y de otros delitos. “En vez de invertir en cámaras y en sistemas de seguridad, contratan a personal para revisar a sus clientes. En lo personal creo que es una mala idea que es ofensiva, ya que considera como ladrones a quienes entramos a sus comercios, además es invasiva y abusiva” acota Izquiel.

“Podrían colocar detectores de armas en las entradas a comercios, hay sistemas de videovigilancia, etiquetas que deben ser pagadas para que puedan salir del local. Hay tecnologías para evitar los robos, deben entrenar al personal a estar alerta. En fin los comerciantes deben invertir en su propia seguridad y no acusar a todos de ser ladrones”, concluyó.

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