Repuestos piratas y producción mínima dejan a la industria automotriz en el chasis

Repuestos piratas y producción mínima dejan a la industria automotriz en el chasis

Los caraqueños empiezan a acostumbrarse a ver vehículos de lujo en zonas pudientes como Las Mercedes, además de colas kilométricas en horas pico que recuerdan a la Venezuela previa a la crisis, pero estas no son señales de recuperación de la industria automotriz.

El sector se mantiene en estado terminal y la situación, con la casi nula producción de vehículos y autopartes, está lejos de mejorar. Por el contrario, el contexto económico actual y las políticas económicas del gobierno chavista empujan cada vez más la caída del sector.

De acuerdo con cifras de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa), en los últimos seis años solo han ingresado 5.000 vehículos anuales en promedio, mientras que en los años de estabilidad económica, se registraba la importación de aproximadamente 100.000 vehículos cada año.

Esta situación ha causado un envejecimiento preocupante del parque automotor. Se estima que tiene una antigüedad de 22 años. En comparación, otros países de la región tienen un parque de en promedio 16 años, mientras que en Estados Unidos es aproximadamente 12 años.

Los automóviles más antiguos requieren de mayores cuidados y, por ende, se deterioran con mayor facilidad. Como consecuencia, el presidente de Favenpa, Omar Bautista, asegura que la población de vehículos en el país es de unos 4,1 millones de unidades, de las cuales el 30% no están operativos. Es decir, solo 2,8 millones de automóviles operan en el país actualmente.

El deterioro de los vehículos amerita muchos repuestos y este mercado tiene una elevada actividad comercial. El problema para la industria es que ha proliferado el uso de las importaciones puerta a puerta para comercializar autopartes de otros países, que no atraviesan los controles de calidad necesarios y que se venden en el mercado informal.

La informalidad en el sector genera una competencia desleal con los bienes producidos en el país que sí pagan impuestos, por lo que es insostenible para la industria nacional mantener el ritmo frente a las importaciones, lo que repercute en la producción y acaba generando el cierre de empresa.

El presidente de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos (Canatame), Gino Fileri, incluso denuncia que han detectado la falsificación de productos originales. Algunos comerciantes venden autopartes genéricas por el precio de piezas originales.

«Nos preocupa la cantidad de repuestos que entra al país. No sabemos de dónde vienen, vienen metidos en cajas nacionales o de marcas trasnacionales cuando no es verdad. Vemos repuestos que cuestan $4 comercializándose en empaques originales a $40», denunció durante una entrevista en Unión Radio.

Ante esta situación, el sector propone una mesa técnica con actores del Gobierno que probablemente se lleve a cabo en las próximas semanas para evaluar posibles soluciones a la importación de productos que abastecen el mercado informal.

Bautista acota que las empresas formales tienen severos problemas para competir gracias a la voracidad fiscal evidente en obligaciones como el Impuesto Sobre la Renta (ISLR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) y los elevados impuestos municipales.

«Estamos preocupados porque están cerrando empresas, industrias venezolanas. No podemos decir que se ha mejorado el sector industrial, sino que atraviesa una situación muy difícil», resaltó.

Con información de Tal Cual

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