Este martes 30 de agosto de 2022 murió Mikhail Serguevitch Gorbachov
Por: Luis Loaiza Rincón (*)
Después del intermezzo de Chernenko, Gorbachov llegó al poder. En marzo de 1985 Gorbachov ascendió a la Secretaría General del Partido Comunista de la Unión Soviética y en abril lanzó la "Perestroika" como programa de modernización de la gestión y planificación de todo el mecanismo productivo. Para la fecha, se consideró que bastaba con modernizar la economía, sin cambiar las actitudes y modos de hacer política, para responder a los retos de la URSS. Se equivocaron.
Mikhail Serguevitch Gorbachov nació el 2 de marzo de 1931 en la aldea de Privolne del distrito de Stavropol. A la edad de 20 años ingresó al partido y al Konsomol de su facultad. Después de haber obtenido su título (estudió abogacía) volvió a Stavropol y se convirtió en el primer secretario de la Liga de Jóvenes Comunistas.
Desde allí escaló posiciones dentro de la burocracia regional, siendo apadrinado por Fedor Kulakov, miembro del Politburó e íntimo amigo de Leonid Brezhnev. En 1970, Gorbachov fue enviado a Moscú como delegado al XXIV Congreso del Partido Comunista, y un año después fue electo al Comité Central sin pasar por las investigaciones de rigor. Aquí se relaciona con el consejero del partido Mikhail Suslov, quien al poco tiempo lo nombró para ocupar el puesto de Secretario de Agricultura.
A los 40 años de edad, Gorbachov se había convertido en un maestro del arte de mantenerse al margen de dificultades. Durante toda la década de 1970 se cuidó muy bien de no tomar partido en las luchas ideológicas que enfrentaron al ultraconservador Suslov con los más liberales veteranos, Kossigne, Kirilenko y Andropov. De aquí que su elección en 1980 no encontrará ningún obstáculo y cuando Andropov llegó al poder un año más tarde, eligió a Gorbachov para organizar la purga de funcionarios corruptos del régimen de Brezhnev.
Rápidamente utilizó esa oportunidad para colocar a sus propios amigos de confianza en posiciones clave y comenzó a comportarse como aparente heredero de Andropov. Sin embargo, su protector falleció antes de que pudiera reunir suficiente apoyo para convertirse en su sucesor. Al asumir el poder Konstantin Chernenko, Gorbachov procedió a ganarse rápidamente su voluntad y calculó que el viejo dirigente no podría perjudicar su ascensión por largo tiempo.
Cuando finalmente llegó al poder y aplicó la "Perestroika" generó un conjunto de impensables consecuencias que cambiaron el mapa geopolítico del planeta.
Para algunos analistas, uno de los errores más graves cometidos por Gorbachov, al sobredimensionar las posibilidades de las instancias cupulares en la solución de los problemas nacionales, fue el de celebrar un Tratado de Unión que conciliara "desde arriba" el poder de Moscú con las exigencias autonomistas de las repúblicas que conformaban a la Unión Soviética. El rechazo a dicho tratado fue uno de los motivos del fallido golpe de Estado de agosto de 1991.
Por encima de la preeminencia del liderazgo ruso en las altas instancias centrales, del estancamiento económico y de la persistencia de un sector dirigente deslegitimado, los cambios impuestos por Gorbachov generaron una avalancha de sentimientos, actitudes y decisiones imposibles de parar, no sólo entre la clase política soviética, sino también en la de los países de Europa Oriental.
A raíz de la Perestroika, la clase política soviética se dividió en tres tendencias claras. A la derecha, quienes tan sólo deseaban cambios limitados y controlados desde arriba. A la izquierda, quienes deseaban imprimirles mayor velocidad a las transformaciones y que no sólo querían democracia plena, sino también economía de mercado. En el centro, se encontraba Gorbachov jugando lo que algunos han denominado caos controlado junto a quienes deseaban transformaciones desde abajo, pero a un ritmo moderado y debidamente supervisado.
Después del fallido golpe del 19 de agosto de 1991, todo cambió. El PCUS, fue disuelto después de 70 años en el poder y con ello la existencia misma de la Unión Soviética quedó en entredicho. Las declaraciones de independencia no se hicieron esperar y vinieron en ambos sentidos: Las Repúblicas Socialistas Soviéticas se separaban de la Unión y, a su vez, algunas de las regiones integradas a tales repúblicas, exigieron también su independencia.
En septiembre de 1991 se hizo un nuevo esfuerzo por mantener la integridad de la Unión bajo nuevos parámetros, de forma tal que pudiera evitarse su desintegración anárquica. Gorbachov y diez de los presidentes de las repúblicas soviéticas presentaron un plan destinado al desmontaje organizado de del rompecabezas. Este plan preveía que las repúblicas que conformaban a la URSS se hiciesen independientes, pero dejándole algunas competencias centrales mínimas a Moscú.
El 2 de diciembre Ucrania decidió mediante referéndum no participar y con esta decisión se enterró toda posibilidad de Confederación. El 8 de diciembre, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia declararon que la Unión Soviética había dejado de existir y proclamaron la formación de la Comunidad de Estados Independientes.
La desintegración de la URSS, por tanto, no sólo marcó la caída del imperio comunista, sino también la del imperio ruso, porque parte de los territorios pertenecientes a los estados recién independizados habían permanecido bajo ininterrumpido dominio ruso desde los siglos XVII al XIX. No obstante, Rusia se declaró a sí misma heredera de los compromisos internacionales de la Unión Soviética y pasó a ocupar su lugar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
*). Politólogo, profesor ULA, diputado A.N.
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