El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó este miércoles en Twitter que participará en la Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid los próximos días 29 y 30 de junio.
El líder ucraniano ha agradecido al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la invitación a través de un tuit en el que, además, le da las gracias al canciller alemán, Olaf Scholz, su invitación a la próxima cumbre del G7.
Zelenski no ha precisado si su asistencia se producirá de forma virtual o abandonará por primera vez el país desde que dio comienzo la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, para asistir presencialmente al evento.
«El presidente Zelenski será invitado a la cumbre en Madrid, será invitado a dirigirse a los líderes cuando nos reunamos a fin de mes. Estaremos encantados de darle la bienvenida personalmente, y si esto no es posible, en formato de video», apuntó ayer al respecto Stoltenberg.
Según la comunicación gubernamental ucraniana, Zelenski tan solo se ha desplazado de la capital del país, Kiev, para visitar localidades cercanas, devastadas por las tropas rusas, como Bucha, o, recientemente, para desplazarse a la zona del frente del Donbás.
Esta reticencia a salir de Ucrania, pese a que se le había instado desde Occidente en un primer momento a establecer una suerte de Gobierno en el exilio, podría dar un giro en el caso de que Zelenski se desplazase hasta la capital de España. No en vano, mucho se juega su país en una reunión de alto nivel que puede ser decisiva para el devenir de la guerra.
Y es que los líderes de la OTAN deben pactar un paquete especial de ayuda a Ucrania en el evento que conmemora los 40 años de la creación de un organismo que fue ideado para contener militarmente a la Unión Soviética, de la que es heredera la Federación de Rusia actual.
Las expectativas de Ucrania no son halagüeñas con respecto a las conclusiones del encuentro, toda vez que parece que ha caído la tensión para ayudar a Ucrania en la contienda.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, admitía recientemente que no esperaba decisiones positivas sobre su país en la Cumbre de la alianza militar occidental, aunque es cierto que los países occidentales, especialmente Estados Unidos, no han dejado de enviar armamento al país invadido.
La OTAN, por su parte, confirmó hace una semana la invitación a Zelenski, así como a representantes de otros países no miembros: Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur .
«Por supuesto, la ampliación de la OTAN, la política de puertas abiertas será un tema importante de discusión. Esperamos que Finlandia y Suecia se unan a nuestras filas. Y, por supuesto, debemos decidir sobre Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski estará presente en nuestra cumbre en de una forma u otra en Madrid», señaló el pasado 9 de junio la secretaria general adjunta de la Alianza Atlántica, Mircea Joane.
El líder ucraniano ha agradecido al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la invitación a través de un tuit en el que, además, le da las gracias al canciller alemán, Olaf Scholz, su invitación a la próxima cumbre del G7.
Zelenski no ha precisado si su asistencia se producirá de forma virtual o abandonará por primera vez el país desde que dio comienzo la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, para asistir presencialmente al evento.
«El presidente Zelenski será invitado a la cumbre en Madrid, será invitado a dirigirse a los líderes cuando nos reunamos a fin de mes. Estaremos encantados de darle la bienvenida personalmente, y si esto no es posible, en formato de video», apuntó ayer al respecto Stoltenberg.
Según la comunicación gubernamental ucraniana, Zelenski tan solo se ha desplazado de la capital del país, Kiev, para visitar localidades cercanas, devastadas por las tropas rusas, como Bucha, o, recientemente, para desplazarse a la zona del frente del Donbás.
Esta reticencia a salir de Ucrania, pese a que se le había instado desde Occidente en un primer momento a establecer una suerte de Gobierno en el exilio, podría dar un giro en el caso de que Zelenski se desplazase hasta la capital de España. No en vano, mucho se juega su país en una reunión de alto nivel que puede ser decisiva para el devenir de la guerra.
Y es que los líderes de la OTAN deben pactar un paquete especial de ayuda a Ucrania en el evento que conmemora los 40 años de la creación de un organismo que fue ideado para contener militarmente a la Unión Soviética, de la que es heredera la Federación de Rusia actual.
Malas expectativas
Las expectativas de Ucrania no son halagüeñas con respecto a las conclusiones del encuentro, toda vez que parece que ha caído la tensión para ayudar a Ucrania en la contienda.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, admitía recientemente que no esperaba decisiones positivas sobre su país en la Cumbre de la alianza militar occidental, aunque es cierto que los países occidentales, especialmente Estados Unidos, no han dejado de enviar armamento al país invadido.
La OTAN, por su parte, confirmó hace una semana la invitación a Zelenski, así como a representantes de otros países no miembros: Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur .
«Por supuesto, la ampliación de la OTAN, la política de puertas abiertas será un tema importante de discusión. Esperamos que Finlandia y Suecia se unan a nuestras filas. Y, por supuesto, debemos decidir sobre Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski estará presente en nuestra cumbre en de una forma u otra en Madrid», señaló el pasado 9 de junio la secretaria general adjunta de la Alianza Atlántica, Mircea Joane.
Con información de El Debate
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