Colombo sale a hombros en tarde importante de Benítez

 
Colombo sale a hombros en tarde importante de Benítez
La primera corrida de la feria del Sol demostró que la fiesta de los toros está muy viva en Venezuela, con una gran entrada de público que prácticamente llenó la monumental de Mérida, en el aspecto negativo, el retraso en el comienzo del festejo ante la ausencia de los caballos de picar y las mulillas, situación que originó quizás por primera vez el paseíllo más extraño que se recuerde, con los picadores andando a pie y sin los caballos de picar, se anunció al principio a la portuguesa, en una circunstancia muy extraña. Destacó la bravura y nobleza del tercer toro, sin duda el mejor de la desigual corrida. 

El primer toro de la tarde se lidió sin picarle, y sacó mal estilo y genio, acusándolo sobre todo por el pitón izquierdo. Leonardo Benítez, algo contrariado quizás, estuvo voluntarioso con capote y muleta, luchando por acoplarse con una embestida muy desigual. Pasó con dignidad, pero se superó en su segundo toro, al que lanceó bien a la verónica. Benítez cuajó una faena interesante, con muletazos de muy buen trazo, sobre todo al natural, con un toro que sacó nobleza. El torero caraqueño mostró su sobriedad, oficio y experiencia, destacando varios pases con temple y mando, destacando en varios pases de pecho soberbios. La oreja que cortó fue de ley. 

Entregado, profesional y dispuesto David Fandila "El Fandi" que sin importarle el retraso de la corrida y que tenia que viajar a México, salió como siempre a darlo todo. Con dos largas cambiadas de rodillas saludó a su primer toro, un astado mansurrón que se escupía de las suertes. El Fandi le hizo una faena vibrante, persiguiendo al toro por toda la plaza, dándole algunos muletazos de buen trazo. La estocada y la euforia del público hicieron el resto. Con su segundo, un toro deslucido, volvió a mostrarse muy entregado, pero sin poder sacar nada en claro porque el toro, soso y sin transmisión, no le facilitó la empresa, eso sí, El Fandi estuvo muy profesional. 

Buena tarde la de Jesús Enrique Colombo que cortó tres orejas, saliendo por la puerta grande. A su primer toro, el mejor de la corrida, le toreó muy bien con capote y muleta, cuajando una faena larga y con momentos llenos de temple y buen gusto. Abrió con dos largas cambiadas, para empezar con dos ceñidos péndulos que prendieron la mecha con el público. Colombo aprovechó la nobleza de "Ferdinando" para cuajarle muletazos con ambas manos con temple, destacando varios derechazos y naturales largos, de mano baja, dejando el engaño en la cara, relajado el torero, aprovechando al máximo las buenas embestidas del toro, para el que se pidió el indulto. Ante el sexto, Colombo estuvo muy entregado, cuajando muletazos de buen trazo, aunque sin llegar a las cotas de su faena anterior, aprovechando eso sí, cualquier resquicio de lucimiento. 

Los tres matadores banderillearon varios toros con espectacularidad y entrega, en varios tercios que emocionaron al público, destacando la espectacularidad de Colombo, las facultades de El Fandi y el clasicismo y sobriedad de Benítez. 

Ficha de la corrida 

Plaza de toros de Mérida. 

Sábado 26 de febrero de 2022. 

Primera corrida de Feria. 

Casi lleno en tarde nublada y fría. 

Toros de San Antonio, desiguales de presentación, destacando la nobleza y clase del tercero "Ferdinando" número 100, cárdeno, al que se le pidió el indulto. Deslucido el primero y peligroso por el izquierdo, al que no se picó, mansurrón el segundo, deslucido el cuarto, noble el quinto y complicado el sexto. 

Pesos: 432,434,432,431,430 y 430 kilos. 

Leonardo Benítez, de azul y oro: Palmas tras aviso y oreja. 

El Fandi, de corinto y oro: Dos orejas y palmas. 

Jesús Enrique Colombo, de azul noche y oro: Dos orejas y oreja. Salió a hombros. 

La corrida comenzó con más de una hora de retraso por no estar los caballos de picar y las mulillas. El Fandi lidió segundo y cuarto por tener que viajar a México. Las cuadrillas cumplieron bien, los picadores fueron recibidos con una gran ovación. 

 

 Crónica de Víctor Eduardo Ramírez Molina

 


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