Tal día como hoy, pero hace 50 años del primer partido oficial del Estudiantes de Mérida, club fundado por jesuitas vascos, entre ellos José Arano.
El día de hoy, 12 de octubre, guarda un significado especial para el conjunto del pueblo merideño, porque se cumplen exactamente 50 años de la disputa del primer partido oficial de este club fundado por iniciativa de Guillermo Soto Rosa, ingeniero merideño, entre otras personalidades la ciudad situada en la cordillera de los Andes y de unos 300.000 habitantes aproximadamente, por el vasco José Arano, secretario general de la primera junta directiva, y por Espíritu Uzcategui, de origen euskaldun y primer tesorero. No en vano, los sacerdotes de la Compañía de Jesús fueron claves en el germen de este club, que desde el primer día adoptó su origen vasco y sus raíces bilbaínas. En aquel estreno oficial, el Estudiantes de Mérida vistió una camiseta réplica del Athletic para firmar la victoria sobre el Deportivo Portugués por 2 goles a 1.
Los actuales dirigentes del Estudiantes de Mérida pusieron el acento en el origen del club en su visita a Bilbao en octubre de 2020. En su página web recogieron ese momento institucional, donde Andoni Goikoetxea, una de las leyendas del Athletic y cargo de la Fundación Athletic, hizo de anfitrión. «El 2021 es un año especial para Estudiantes de Mérida F.C ya que arribará a 50 años de fundación, es por ello que, previo a este año tan importante, la directiva del académico entregó al Athletic Club de Bilbao una placa conmemorativa en la que se reconoce que el origen del cuadro merideño proviene del equipo vasco», señala, para explicar de seguido que con la insignia donada «se hace oficial el reconocimiento de que los padres fundadores del elenco estudiantil, que en su mayoría se formaron en el colegio San José, que era dirigido por Jesuitas vascos, asumieron los colores rojo y blanco a rayas verticales como identidad inspirados en la pasión inigualable del Athletic Club». Tanto es así que la leyenda de ese club, Pasión Rojiblanca, retrata semejantes lazos de unión.
Una conexión que se traduce también en las señas de identidad del conjunto venezolano, uno de los más antiguos del fútbol profesional de este país, tal como reza en algunas publicaciones, como la local de Crónica Único: «Los colores rojo y blanco vinieron desde Bilbao, se sembraron por puro amor de los jesuitas en los uniformes del equipo del Colegio San José y, en marcado respeto y fidelidad hacia la institución que forjó la vida de los fundadores, tiñeron luego el proyecto Estudiantes de Mérida. En estos valores (fidelidad, amor, respeto, historia, formación) tal vez esas son las claves que expliquen el por qué esta institución deportiva es una de las más sólidas en cuanto al capital relacional, el cual puede definirse como el valor –positivo o negativo– que se genera como resultado de las interacciones de las personas que constituyen una organización.
Si bien los títulos son importantes, existe una responsabilidad de las instituciones que adquieren el rango de símbolos de un pueblo (en este caso el merideño) que tiene que ver con el reconocimiento de la cultura, el gentilicio, la idiosincrasia de una comunidad a la que representan». Dentro de este contexto, su director general, Raúl Escobar, ya ha anunciado que uno de los objetivos radica «en construir una sede deportiva propia a la altura de una organización desarrollada en el ámbito del fútbol, tal como ocurre en los clubes más emblemáticos del continente y del mundo», con referencias también a Lezama.
Estudiantes de Mérida lleva sobre su escudo dos estrellas ganadas en los años 1980 y 1985, ha conquistado el torneo apertura en dos ocasiones (2001 y 2019). Consiguió en el año 1998 el torneo clausura y tiene en sus vitrinas dos Copas Venezuela. Aunado a esto, ha participado en siete ocasiones en la Copa Libertadores, en la que llegó hasta cuartos de final en 1999.
El equipo que dirige el exvinotinto y jugador Leonel Vielma ocupa la segunda posición del grupo Occidental la Liga Futve, después de caer el pasado domingo en su feudo por 0-2 ante el Deportivo Táchira, líder de esta fase. Su máximo goleador es Armando Araque, autor de ocho tantos.
Alberto De J. Acevedo S.
El día de hoy, 12 de octubre, guarda un significado especial para el conjunto del pueblo merideño, porque se cumplen exactamente 50 años de la disputa del primer partido oficial de este club fundado por iniciativa de Guillermo Soto Rosa, ingeniero merideño, entre otras personalidades la ciudad situada en la cordillera de los Andes y de unos 300.000 habitantes aproximadamente, por el vasco José Arano, secretario general de la primera junta directiva, y por Espíritu Uzcategui, de origen euskaldun y primer tesorero. No en vano, los sacerdotes de la Compañía de Jesús fueron claves en el germen de este club, que desde el primer día adoptó su origen vasco y sus raíces bilbaínas. En aquel estreno oficial, el Estudiantes de Mérida vistió una camiseta réplica del Athletic para firmar la victoria sobre el Deportivo Portugués por 2 goles a 1.
Los actuales dirigentes del Estudiantes de Mérida pusieron el acento en el origen del club en su visita a Bilbao en octubre de 2020. En su página web recogieron ese momento institucional, donde Andoni Goikoetxea, una de las leyendas del Athletic y cargo de la Fundación Athletic, hizo de anfitrión. «El 2021 es un año especial para Estudiantes de Mérida F.C ya que arribará a 50 años de fundación, es por ello que, previo a este año tan importante, la directiva del académico entregó al Athletic Club de Bilbao una placa conmemorativa en la que se reconoce que el origen del cuadro merideño proviene del equipo vasco», señala, para explicar de seguido que con la insignia donada «se hace oficial el reconocimiento de que los padres fundadores del elenco estudiantil, que en su mayoría se formaron en el colegio San José, que era dirigido por Jesuitas vascos, asumieron los colores rojo y blanco a rayas verticales como identidad inspirados en la pasión inigualable del Athletic Club». Tanto es así que la leyenda de ese club, Pasión Rojiblanca, retrata semejantes lazos de unión.
Una conexión que se traduce también en las señas de identidad del conjunto venezolano, uno de los más antiguos del fútbol profesional de este país, tal como reza en algunas publicaciones, como la local de Crónica Único: «Los colores rojo y blanco vinieron desde Bilbao, se sembraron por puro amor de los jesuitas en los uniformes del equipo del Colegio San José y, en marcado respeto y fidelidad hacia la institución que forjó la vida de los fundadores, tiñeron luego el proyecto Estudiantes de Mérida. En estos valores (fidelidad, amor, respeto, historia, formación) tal vez esas son las claves que expliquen el por qué esta institución deportiva es una de las más sólidas en cuanto al capital relacional, el cual puede definirse como el valor –positivo o negativo– que se genera como resultado de las interacciones de las personas que constituyen una organización.
Si bien los títulos son importantes, existe una responsabilidad de las instituciones que adquieren el rango de símbolos de un pueblo (en este caso el merideño) que tiene que ver con el reconocimiento de la cultura, el gentilicio, la idiosincrasia de una comunidad a la que representan». Dentro de este contexto, su director general, Raúl Escobar, ya ha anunciado que uno de los objetivos radica «en construir una sede deportiva propia a la altura de una organización desarrollada en el ámbito del fútbol, tal como ocurre en los clubes más emblemáticos del continente y del mundo», con referencias también a Lezama.
Estudiantes de Mérida lleva sobre su escudo dos estrellas ganadas en los años 1980 y 1985, ha conquistado el torneo apertura en dos ocasiones (2001 y 2019). Consiguió en el año 1998 el torneo clausura y tiene en sus vitrinas dos Copas Venezuela. Aunado a esto, ha participado en siete ocasiones en la Copa Libertadores, en la que llegó hasta cuartos de final en 1999.
El equipo que dirige el exvinotinto y jugador Leonel Vielma ocupa la segunda posición del grupo Occidental la Liga Futve, después de caer el pasado domingo en su feudo por 0-2 ante el Deportivo Táchira, líder de esta fase. Su máximo goleador es Armando Araque, autor de ocho tantos.
Alberto De J. Acevedo S.
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