El páramo merideño celebra a San Benito entre pólvora y tradición


Mucuchíes, Mérida. –
El frío característico de los Andes venezolanos se disipó este lunes ante el calor del fervor popular. Como cada 29 de diciembre, el pueblo de Mucuchíes se convirtió en el epicentro de una de las manifestaciones religiosas y culturales más potentes del país: la festividad en honor a San Benito de Palermo.

Desde la madrugada, el silencio habitual del páramo fue reemplazado por el sonido ensordecedor de los trabucos y el aroma a pólvora negra, marcando el inicio de una jornada donde la devoción se expresa a través del estruendo y la danza.

La Artillería del "Santo Negro"



El despliegue principal estuvo a cargo de los emblemáticos "Artilleros". Organizados en brigadas y descendiendo desde caseríos tradicionales como Mocao y Mucumpate, cientos de hombres con los rostros pintados de negro invadieron las calles del centro poblado. Esta práctica, que rinde homenaje a la identidad de San Benito, simboliza la guardia de honor que custodia la imagen del santo durante su recorrido procesional.

Para los habitantes de la zona, el estallido de los trabucos no es un simple ruido; es un símbolo de resistencia y fe inquebrantable. "Bajamos desde la montaña para decirle a San Benito que aquí sigue su pueblo, firme en sus raíces", comentaron devotos presentes en la celebración.

Contraste entre pólvora y danza



La rudeza de las detonaciones encontró su equilibrio en la elegancia de los "Giros". Estos grupos de danza ejecutaron sus coreografías ancestrales, tejiendo cintas de colores al ritmo de la música tradicional, creando un espectáculo visual que complementa la fuerza de la artillería.

Un imán para el turismo religioso



La festividad de San Benito en Mucuchíes ha trascendido su carácter local para consolidarse como un fenómeno cultural de alcance nacional. Este año, miles de visitantes del estado Mérida y de diversas regiones de Venezuela se dieron cita para presenciar este ritual único, que fusiona el legado colonial con la identidad campesina andina.

Con esta celebración, Mucuchíes no solo cumple con una promesa anual a su patrono, sino que reafirma su posición como guardián de una de las tradiciones más vivas y auténticas de la geografía venezolana.


Leonardo Rodríguez Dugarte / Compás Informativo

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