Caracas.- El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Pablo González Travieso, advirtió que la combinación de un marco jurídico desfavorable y la ausencia de crédito mantiene estancado el desarrollo del sector inmobiliario en el país.
González identificó tres leyes que, a su juicio, afectan gravemente la dinámica del mercado: la Ley de Arrendamientos, la Ley del Deudor Hipotecario y la Ley contra la Estafa Inmobiliaria.
“Un marco jurídico supremamente hostil”
El dirigente gremial señaló que la Ley de Arrendamientos genera un profundo desequilibrio entre inquilinos y propietarios, lo que desincentiva la oferta de viviendas en alquiler y vulnera el derecho a la propiedad privada.
Asimismo, explicó que la Ley del Deudor Hipotecario, al limitar las operaciones en moneda extranjera, ralentiza el acceso a la vivienda. Por su parte, la normativa contra la estafa inmobiliaria hace “casi imposible” que los promotores logren rentabilidad, debido a la cantidad de responsabilidades y riesgos que asumen.
“Lo primero es entender que para el negocio inmobiliario nos encontramos en un marco jurídico supremamente hostil. Existe un desbalance evidente entre los arrendatarios y el arrendador, cosa que genera incertidumbre a los dueños de metros cuadrados”, afirmó González durante el programa Análisis de Entorno.
Mercado restringido al pago de contado
El representante del gremio sostuvo que la falta de financiamiento es otro de los grandes obstáculos para el desarrollo del sector. Según explicó, no existen créditos de corto plazo para los constructores ni de largo plazo para los compradores, lo que ha reducido las operaciones a pagos al contado.
«En el tema financiero, estamos absolutamente convencidos de que el mercado inmobiliario, para poder evolucionar, necesita financiamiento. Al no tener el corto plazo y el largo plazo, se hace que las operaciones de venta se hayan restringido solamente al contado», subrayó.
Pronóstico: Menos ventas y valorización desigual
González anticipó que, de mantenerse las condiciones actuales, para finales de 2025 se registrará una reducción en la cantidad de metros cuadrados vendidos y una caída en la valorización promedio nacional.
Sin embargo, señaló que aún existe una demanda latente en ciertas zonas de las principales ciudades del país, impulsada por la migración interna en búsqueda de una mejor calidad de vida. Ese fenómeno, agregó, podría generar aumentos localizados en los precios dentro de esos polos de desarrollo inmobiliario.
Con información de Sumarium
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