Washington DC, EEUU.- El Senado de Estados Unidos desestimó este miércoles una propuesta legislativa que pretendía suspender la campaña militar impulsada por el presidente Donald Trump en el mar Caribe, bajo el argumento de frenar el tráfico de drogas hacia territorio estadounidense.
La medida, presentada por el senador demócrata Adam Schiff, de California, y respaldada por sus correligionarios Tim Kaine (Virginia) y Ron Wyden (Oregón), además del independiente Bernie Sanders (Vermont), fue rechazada por un estrecho margen de 48 votos a favor y 51 en contra.
El proyecto buscaba prohibir los ataques militares de las Fuerzas Armadas estadounidenses en el Caribe, que —según sus promotores— se han realizado sin autorización del Congreso, en violación de la Constitución.
Ataques en el Caribe y justificación de Trump
Desde el 2 de septiembre, cuando se efectuó el primer ataque, al menos cinco embarcaciones han sido destruidas por las fuerzas estadounidenses en el mar Caribe. De acuerdo con fuentes oficiales, 21 personas señaladas de narcotráfico han muerto en estas operaciones.
El texto de la propuesta recordaba que la Constitución estadounidense otorga de manera “exclusiva” al Congreso la potestad de declarar la guerra y subrayaba que este no ha autorizado el uso de la fuerza en este contexto.
Sin embargo, el mandatario republicano declaró formalmente que Estados Unidos se encuentra involucrado en un “conflicto armado no internacional” contra los cárteles de la droga, buscando así justificar legalmente sus acciones militares.
La resolución advertía que “la designación de una entidad como organización terrorista extranjera o terrorista global especialmente designada no otorga al presidente autoridad legal para usar la fuerza contra los miembros de las organizaciones designadas ni contra ningún Estado extranjero”.
La iniciativa que el Senado bloqueó
El texto también ordenaba al presidente “cesar el uso de la fuerza a menos que esté explícitamente autorizado por una declaración de guerra o una autorización específica”, e insistía en que “el tráfico de drogas ilegales no constituye en sí un ataque armado o una amenaza de ataque armado inminente”.
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, rechazó con firmeza la propuesta, calificándola de “peligrosa”.
«Esta resolución busca despojar al presidente Trump de su autoridad constitucional para proteger a los estadounidenses al autorizar ataques militares contra narcoterroristas, los hutíes y otros proxies iraníes», escribió Rubio en su cuenta en X.
Los promotores del texto aclararon que su propósito no era limitar el derecho de Estados Unidos a defenderse de un ataque armado o de una amenaza inminente, sino restringir las operaciones no aprobadas por el poder legislativo.
El despliegue militar estadounidense
Como parte de esta campaña, Washington ha desplegado al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear y más de 4.500 efectivos militares en aguas del Caribe.
El Gobierno estadounidense mantiene que estas acciones forman parte de una operación contra el narcotráfico procedente de Venezuela, aunque críticos y legisladores opositores sostienen que la estrategia de Trump incrementa el riesgo de una escalada militar en la región.
Con información de EFE.

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