Ciudad del Vaticano.- El obispo auxiliar de Caracas, Monseñor Carlos Márquez, expresó este domingo que la canonización de José Gregorio Hernández y madre Carmen Rendiles es una muestra de que »es posible un país lleno de alegría, de fe, de fraternidad y lo tenemos que construir todos los venezolanos».
Dijo que ser santo es »ser feliz y la única manera de ser feliz es vivir para todos, en el amor que Cristo nos da, fundamentando en el amor, en el servicio y en la fraternidad»
Confesó que la canonización lo llena de emoción porque le recuerda a su abuelo que era »devotísimo de José Gregorio, fue favorecido por una acción de JGH, y desde niño nos enseñaron a ser devotos de José Gregorio».
»El camino no es otro que la santidad en el amor a Cristo, es una emoción demasiada grande porque nos deja ver la Venezuela posible», reflexionó.
Con información de Unión Radio

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