Caracas.- Pese a que son miles los favores de sanación que los devotos confieren a José Gregorio Hernández, fue la sanación, sin explicación científica, de una niña venezolana considerada como la construcción de un milagro atribuido al querido médico de los pobres, un caso que sirvió de impulso y como evidencia necesaria para que la iglesia pasara a tan importante figura a la intercesión de una persona santa.
El caso de la niña expone como la convicción y la fe convergieron para generar este milagro. En donde, alrededor de más 1200 casos de supuestos milagros fueron estudiados para poder demostrar que realmente debió realizarse la intercesión, así lo especificó, la directora médico de la Unidad de Atención Pediátrica AT Kids, Emilia Figueroa, quien añadió que es posible que haya muchos más sin documentarse.
Para ser tomado en este proceso de beatificación o canonización, la iglesia somete el caso a rigurosas investigaciones para verificar que no haya una explicación natural, por lo que es necesario pruebas sólidas, como testimonios y registros médicos, para sustentar la reclamación. Cada uno de ellas pasa por niveles para la aceptación.
Ante este hito histórico para la fe católica venezolana, el médico patólogo y coordinador del equipo de exhumación del doctor José Gregorio Hernández, Enrique López Loyo, explicó que el milagro del santo venezolano es un fenómeno inexplicable por la ciencia debido a todo lo que giró entorno y la complejidad del caso.
«Una niña que tiene una pérdida de masa encefálica extensiva en todo el área temporal izquierda, donde se encuentra el área del habla. Eso es muy importante, donde además, ocurre que la señora es devota del médico: levanta el cuerpo de la niña y exclama públicamente, ´José Gregorio, yo soy una madre pobre, ayúdame porque mi hija se va a morir», reseñó.
En este sentido, expuso que con dificultades culmina las heridas como la caídas del «material de el componente del cerebro», y elementos de sangre. Además, del entorno social y económico en que vivía la familia, una época difícil que atravesaba el país, un hospital que el médico patólogo calificó como «precario», el cual no contaba con la capacidad en áreas especializadas, como la intensiva o insumos básicos como antibióticos terápicos.
«Ese fenómeno la lleva a que tres días después la niña se mantiene respirando, pero, además, ocurre la intervención: ella ve llegar a José Gregorio en la habitación y él le dice: yo soy el médico que la va a operar, tú oraste por mí, hacia mí, por tu hija, y yo la voy a acompañar´», detalló.
Según López, cuatro días después, la niña no registraba síntomas o secuelas de encefalitis, no hay meningitis, no hay lesión residual. Además, recuperó el habla pese a la destrucción hipotética de la zona del habla, y a las dos semanas, logra caminar y se observó en su cuerpo una cicatrización «prácticamente perfecta».
En entrevista, los invitados detallaron que solo en la iglesia de La Candelaria hay 3000 millones de peticiones registradas y guardadas.
Con información de Unión Radio

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