Aunque su economía aún depende en gran medida de los combustibles fósiles, Venezuela empieza a dar señales de transición hacia una movilidad más sostenible, gracias al impulso de vehículos eléctricos y a la instalación progresiva de estaciones de recarga en varias regiones del país.
Celia Herrera, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Ingeniería (Cidi) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), explicó a la agencia EFE que el país con las mayores reservas probadas de petróleo está atravesando “unos procesos de transformación lentos pero seguros” orientados hacia “el uso de energías renovables”.
La especialista en movilidad urbana sostenible destacó el crecimiento de iniciativas vinculadas al transporte eléctrico, que ya no se limitan únicamente a vehículos particulares. “Hay una movida bastante fuerte de vehículos eléctricos en el país que no solamente son particulares, sino (…) otras maneras de moverse como lo es la micromovilidad”, afirmó.
A pesar de los “recursos mermados” y las “dificultades” en la generación de energía que enfrenta el país, incluyendo frecuentes apagones, Herrera considera que estos obstáculos pueden ser superados si existe una articulación efectiva entre el Estado y el sector privado.
Iniciativas privadas marcan el camino
El avance de la movilidad eléctrica en Venezuela ha estado liderado principalmente por el sector privado, con proyectos pioneros que buscan cambiar el panorama del transporte urbano.
En Caracas, una furgoneta eléctrica parte cada mañana desde una zona residencial transportando estudiantes de la Ucab por un costo de 2,5 dólares. En horas de la tarde, realiza el recorrido de regreso. Esta unidad es parte de los primeros intentos por integrar opciones eléctricas al transporte cotidiano.
También en la capital, circula un pequeño automóvil blanco que lleva en su interior una pantalla digital donde se puede observar el porcentaje de batería y la autonomía restante en kilómetros. Este vehículo pertenece a la empresa Verdi, que ha lanzado la “primera flota de taxis 100% eléctricos en Venezuela”. La compañía presta servicios hacia el aeropuerto internacional de Maiquetía y también conecta a Porlamar con la isla de Margarita.
Carlos García, vocero de Verdi, informó a EFE que en el país ya circulan más de 5.000 vehículos eléctricos registrados. Este crecimiento ha abierto el terreno para nuevas inversiones, entre ellas la de Swing Energy, empresa que nació en 2022 con el objetivo de construir una red nacional de estaciones de recarga.
García, quien también se desempeña como director de operaciones de Swing Energy, detalló que hasta ahora han instalado 14 puntos de carga —incluyendo los primeros de tipo rápido en Venezuela— en Caracas, Maiquetía y Margarita. El consumo eléctrico de estas estaciones, según indicó, “ni se acerca” al de “un automercado pequeño”.
El plan de expansión contempla una red autosuficiente que funcione con energía solar. “La idea es desarrollar la ruta hacia el oriente y hacia el occidente (del país…) Tenemos ya determinada una ruta eléctrica que hemos estado presentando a las autoridades para su aprobación y poder nosotros seguir adelante con la inversión”, declaró García, quien considera que la movilidad eléctrica “ya llegó” y que “sí es posible” implementarla en el país.
Compromiso universitario con la sostenibilidad
La Ucab se ha sumado a esta tendencia mediante una alianza con Verdi y Swing Energy, que permitió la inauguración en marzo de una estación de recarga eléctrica en su campus, utilizada, entre otros, por la furgoneta estudiantil mencionada.
El vicerrector administrativo de la universidad, Gustavo García, explicó a EFE que el propósito de esta iniciativa es responder a una demanda creciente y consolidar un modelo de campus sustentable. “Hemos procurado que la Ucab sea una vitrina para mostrar un conjunto de proyectos, de iniciativas del país en materia ecológica”, expresó. No obstante, señaló que este esfuerzo debe ir acompañado de políticas públicas, especialmente considerando “los desafíos de generación eléctrica”.
García señaló que de los más de 3.000 vehículos que ingresan diariamente a la universidad, aproximadamente una decena son eléctricos. La institución también reemplazó recientemente un autobús por una camioneta eléctrica para uso interno, y evalúa utilizarla en tareas externas con el fin de acercar a más personas a “estos temas sobre la conservación y el cuidado” del medio ambiente.
En la misma línea, Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental de la Ucab, sostuvo que estos desarrollos, aunque sorprendentes para algunos, son factibles en el contexto venezolano. “Uno creería que no, pero sí, esta es una opción, una opción de transporte sostenible y que debería promoverse. Estoy seguro de que fuéramos un país con un mejor desempeño si tuviéramos más opciones de movilidad, y no solamente a través del uso de combustibles fósiles”, concluyó.
Con información de SWI swissinfo.ch / EFE.
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