Sostienen que el empresario debe revisar el nivel de exposición al riesgo


Las empresas que pueden enfrentar las situaciones de crisis de la mejor manera son aquellas que se preparan con anticipación. Es preocupante cuando hay empresarios que corren cuando tienen poco oxígeno, en vez de asegurarse de haber generado una capacidad antes de que llegara la crisis.

Así lo manifestó la especialista en finanzas y consultora empresarial, Karla Mary Hernández, quien agregó que no se puede echar para atrás, “ya estamos en lo que estamos, y lo que no se hizo, no se hizo. Siempre les repito a los empresarios, el mejor momento para reparar un techo es cuando está haciendo sol, y a veces esperamos que lleguen estos momentos para tomar acciones, pero si hay algunas cosas que podemos revisar en momentos de crisis”.

Lo primero, es el nivel de exposición al riesgo, “tenemos que tener en las empresas redundancias a nivel de clientes, de alianzas y de proveedores, porque no podemos depender de un solo protagonista y eso implica que no se puede tener un solo cliente, solo un proveedor, ni un solo empleado estrella que maneje toda la información de la compañía, porque eso lo que hace es exponer más al empresario o a la empresa al riesgo”, dijo la especialista.

Lo segundo, es hacer seguimiento de esos indicadores semanalmente, porque son los que dan la información para tomar acciones a tiempo. Hay muchas empresas en Venezuela que revisan la información a final de mes o al mes y medio y eso no da tiempo para tomar acciones concretas con el equipo, por eso las reuniones gerenciales semanales son necesarias, porque permiten tener el pulso de la situación y tomar acciones y que todos en la compañía estén al tanto de lo que va pasando.

Lo tercero, es básico y es cuidar el flujo de efectivo, sin embargo, las empresas que mejor atienden las situaciones de crisis son aquellas que tienen por lo menos de tres a seis meses de gasto en efectivo para cubrir o para atender estas situaciones, pero lo que sucede es que eso es algo que se hace antes de la crisis, no durante la crisis.

No hay fórmulas mágicas


Se cree que en negocios hay un botón mágico que arregla todo, pero no es así, la verdad es que las empresas sólidas son una acumulación de pequeñas acciones diarias, de cultura, no hay fórmula mágica, pero el tema no es saber lo que va a pasar, la idea es construir una empresa a prueba de lo que sea que pase, a prueba de todo riesgo.

Lo que recomienda la especialista en finanzas, es en primer lugar, tener una estrategia competitiva, es decir “hay que tener una ventaja que me haga competir en el mercado, que haga que no tenga que pelear por precios porque tengo una ventaja y un beneficio, hay que tener una cultura sólida, un equipo de trabajo, al que llamo diamante, es decir, un equipo de personas que estén capacitadas y alineadas con los valores de la compañía”.

La consultora empresarial indicó que hay que tener una gestión financiera conservadora. “Yo se que tenemos esa cultura de riesgo y el riesgo al final es algo que cuando se gestiona bien, se puede aumentar las probabilidades de retorno, pero a veces tenemos un exceso de confianza en el riesgo y a veces nos endeudamos y nos financiamos pensando que todo va a salir bien, sin tomar en cuenta los peores escenarios posibles”.

Entonces, señala Hernández, ser conservadores a nivel financiero en todo momento en un país como Venezuela, es algo que da la permanencia. “Yo le digo a mis clientes que debemos elegir entre el crecimiento y la permanencia muchas veces, eso suena muy difícil”.

Hernández explicó que hemos visto muchas empresas que toman oportunidades que las puedan hacer crecer, pero las matan en el camino, porque tomaron oportunidades que no estaban preparados para asumir, porque no tienen la estructura o el sistema necesario para soportar la demanda.

Filosofía clara del empresario


Para la especialista una de las claves es preguntarse si quieren tener el negocio para permanecer por encima de cualquier cosa, o si quieren tener el negocio para crecer indiscriminadamente mañana, sin importar las consecuencias.

En un país como Venezuela hay que tener mucha claridad en cuál es la filosofía que va a tomar el empresario, porque va a tener consecuencias distintas, “si, por ejemplo, quiere crecer a toda costa y aprovechar todo lo que pase, ese empresario va a estar siempre tambaleando a nivel financiero. Porque tomar estas decisiones tienen un riesgo y un costo financiero”.

“Nuestro propósito es ayudar a construir empresas que duren 100 años, en empresas como estas, hemos analizado y hemos tenido la oportunidad de acercarnos a estas empresas con muchos años de permanencia y estas son las características que hemos visto, o sea mucho conservacionismo financiero”.

Con información de El Universal

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