El descubrimiento emergió de un análisis casi obsesivo en Marte. Cuando el rover Curiosity descubrió una roca del tamaño de una caja de zapatos en un rincón polvoriento del cráter Gale, una científica francesa volvió a examinar los datos con una duda: existía algo que antes no habían observado.
Y lo halló.
No solo una, sino tres moléculas orgánicas de larga cadena, fragmentos químicos que normalmente se traducen en vida en la Tierra.
Se encontró con los nombres decano, undecano y dodecano, que son denominaciones de laboratorio para sustancias que fusionan átomos de carbono e hidrógeno en secuencias lineales de diez, once y doce unidades.
Su procedencia precisa aún es incierta, pero su presencia en una roca marciana suscita la hipótesis de que la química orgánica en el planeta rojo haya sido bastante primitiva.
“Nuestro estudio demuestra que, incluso hoy, al analizar muestras de Marte, podríamos detectar rastros químicos de vida pasada, si es que alguna vez existió en Marte”, dijo Caroline Freissinet, autora principal del estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Las moléculas estaban ocultas en la muestra Cumberland, extraída por el rover en 2013 en una región apodada Bahía Yellowknife. El sitio, una planicie sedimentaria que hace 3700 millones de años fue fondo de lago, ya había entregado otros indicios tentadores: azufre, metano, nitratos y minerales arcillosos.
“Nuestro estudio demuestra que, incluso hoy, al analizar muestras de Marte, podríamos detectar rastros químicos de vida pasada, si es que alguna vez existió en Marte”, dijo Caroline Freissinet, autora principal del estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Las moléculas estaban ocultas en la muestra Cumberland, extraída por el rover en 2013 en una región apodada Bahía Yellowknife. El sitio, una planicie sedimentaria que hace 3700 millones de años fue fondo de lago, ya había entregado otros indicios tentadores: azufre, metano, nitratos y minerales arcillosos.
En 2015, el equipo científico de la NASA informó sobre posibles indicios iniciales de orgánulos de larga cadena, aunque el estudio no pudo descartar la posibilidad de contaminación. El descubrimiento fue archivado.
Cuando Freissinet regresó. Empleó un gemelo terrestre del SAM (Análisis de Muestras en Marte), el pequeño laboratorio ubicado en Curiosity, y reexaminó los gases generados al calentar la muestra en Marte. Entre ellos, halló tres niveles químicos que hasta ese momento habían quedado inadvertidos. A partir de más ensayos, corroboró que se trataban de alcanos, las formas más básicas de compuestos derivados de ácidos grasos.
“Esto es realmente buscar una aguja en un pajar”, dijo Daniel Glavin, astrobiólogo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. “No hay duda. Tenemos tres agujas”, agregó.
La química del hallazgo
Los ácidos grasos, en la Tierra, forman parte esencial de las membranas celulares. Son producidos por organismos vivos mediante una síntesis que avanza de dos átomos de carbono en dos.
Es decir: una mayoría de moléculas con números pares suele indicar un origen biológico. En Marte, entre los tres alcanos hallados, sólo el undecano —de once carbonos— habría derivado de un ácido graso par, y aparece con leve predominancia.
Pero es insuficiente para afirmar cualquier cosa concluyente, según otros expertos. “Aunque esto sea asombroso, no se puede afirmar con certeza si se trata de productos biológicos”, dijo Chris Herd, geólogo de la Universidad de Alberta.
La ambigüedad es parte del problema. En el Sistema Solar, los ácidos grasos también pueden surgir de procesos abióticos. Pueden formarse en meteoritos primitivos, en reacciones entre agua y minerales, o como subproducto de la descomposición de otras macromoléculas. “Los meteoritos transportan cargas de ácidos grasos que no provienen de la vida”, explicó Eva Scheller, científica del MIT. Lo que encontró Curiosity podría haber tenido ese origen: una especie de sopa prebiótica sin células.
Pero el descubrimiento rompe una barrera importante. Hasta ahora, la mayoría de las detecciones de materia orgánica marciana habían sido moléculas simples: fragmentos, trazas, pequeñas cadenas.
Con información de AFP
0 Comentarios