El despliegue militar ha sido clave para garantizar el acceso de las personas a refugios habilitados de manera organizada. De igual forma están presentes la Cruz Roja, Protección Civil y otras organizaciones.
Casi 300 desplazados colombianos que huyen del conflicto interno entre grupos armados en ese país, fueron recibidos entre viernes y sábado en el municipio Jesús María Semprún, estado de Zulia, ubicado en la frontera con Catatumbo y Tibú, en Venezuela.
Los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC en la región fronteriza han forzado a cientos de personas a abandonar sus hogares. Los desplazados que llegan mediante canoas por el río Catatumbo señalan que estos hechos les recuerdan las masacres de 1999, ocasión en que la República Bolivariana también les acogió solidariamente.
Para atender a esas personas, el Gobierno venezolano habilitó tres puntos de control, uno de ellos en el sector conocido como “Mi Ranchito”, bajo la supervisión de la Guardia Nacional Bolivariana.
Entre los desplazados hay colombianos, colombo-venezolanos y muchos venezolanos que estaban en el otro lado de la frontera. La corresponsal de teleSUR, Madelein García, reporta que han visto llegar al menos a tres canoas con personas que cargan con sus pertenencias, sus mascotas.
En el punto de acogida en el río Catatumbo reciben hidratación y alimentación, y luego pasan a un punto de atención médica. Asimismo, las comunas se han movilizado para llevar alimentación a sus compatriotas de Colombia.
La situación en la frontera sigue siendo crítica, con el aumento de los enfrentamientos armados, lo que ha convertido a Venezuela en un refugio temporal para quienes buscan escapar del conflicto.
Con información de El Regional del Zulia
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