Este martes 28 de enero la Universidad de Los Andes (ULA) revivió, con su participación en la eucaristía solemne, los 40 años de la visita del papa San Juan Pablo II, quien, en 1985, ofreció su misa en los espacios universitarios de La Hechicera.
El rector Mario Bonucci, expresó que su visita a Mérida marcó un hito imborrable en la memoria de la ciudad y de la ULA, convocando a la gratitud, la reflexión y la renovación de la fe que él supo encender en tantos corazones.
Manifestó que además de ser el peregrino de la esperanza y ser un religioso, fue una figura clave del siglo XX, un faro de luz en tiempos difíciles, marcando su pontificado con la defensa de la dignidad humana, la justicia social y la paz.
Resaltó que su voz resonó contra la opresión y la injusticia, inspirando movimientos de liberación en todo el mundo, con un rol innegable en el derrumbe del comunismo en la Europa del Este, por medio de la fe y la convicción frente a la ideología.
Recordó que en esa fecha hace 4 décadas, Mérida se vistió de gala para recibir el Papa Peregrino, , una multitud fervorosa, buscando un mensaje de aliento en tiempos de cambios, para un pueblo que anhelaba esperanza, dejando una huella imborrable que perdura hasta nuestro días.
Refirió que de esta visita nació la Parroquia Universitaria Jesús Maestro, un vínculo entre la ULA y la iglesia, un recordatorio de su mensaje y su presencia entre nosotros, un mensaje de paz que aún perdura.
Por su parte, monseñor Helizandro Terán, dio un mensaje de esperanza y fe en una sociedad cambiante que pide por un bienestar, recordando el mensaje de Su Santidad, para enfrentar los desafíos, con fuerza para superar las adversidades, para construir un mejor futuro, trabajando por un mundo más justo y más humano
Leonardo Rodríguez Dugarte / Compás Informativo
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