Confirman 62 muertes en accidente en Brasil con pasajero que no estaba en lista


La aerolínea Voepass, propietaria del avión que se estrelló el viernes en el estado de São Paulo en la mayor tragedia aérea en Brasil desde 2007, informó este sábado de que el número total de víctimas ascendió a 62 tras la confirmación de la muerte de un hombre que no estaba registrado en la lista inicial de pasajeros.

Voepass informó en un comunicado de que un hombre identificado como Constantino Maia estaba entre los pasajeros del avión siniestrado pero que su nombre no constaba en la lista por un error en el proceso de validación del check in.

La aclaración se produjo luego de que los familiares de Maia afirmaran que el representante comercial de 50 años había abordado el avión accidentado y denunciaran su desaparición.

«En respeto a la identidad del pasajero y de su familia, Voepass decidió confirmar la información de que Contantino estaba a bordo del vuelo 2283 tan solo cuando no quedasen dudas», según el comunicado de la aerolínea.

De acuerdo con los bomberos, hasta la mañana de este sábado habían sido retirados de entre los escombros 21 cuerpos de las víctimas y conducidos hasta el Instituto de Medicina Legal de São Paulo, pero ninguno identificado.

El avión, un bimotor de modelo ATR-72-500 y fabricación francesa, se estrelló la tarde del viernes en una zona residencial del municipio brasileño de Vinhedo, en el interior del estado de São Paulo.

El aparato, que cayó de forma vertical y girando sobre sí mismo, cubría el trayecto entre la ciudad de Cascavel y São Paulo y se accidentó cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar al aeropuerto de Guarulhos, su destino.

Pese a caer en un área residencial, el aparato se estrelló en los patios traseros de un conjunto de residencias sin afectar a ninguna edificación ni dejar ninguna víctima en tierra.

Las autoridades aeronáuticas informaron de que tanto el avión como sus pilotos estaban en condiciones regulares de vuelo, con todas las licencias actualizadas, y que la tripulación no llegó a reportar a la torres de control ninguna emergencia ni problema a bordo.

Los responsables por la investigación dijeron que aún no es posible determinar las causas del accidente, pero expertos en aviación y pilotos que pasaron por la misma región señalaron la posible acumulación de hielo en las alas de la aeronave como la principal hipótesis.

Estaba en condición regular y no reportó ninguna emergencia



«Todo es muy prematuro. Lo único que tenemos hasta ahora es que no hubo comunicación (del piloto del avión) con los órganos de control de que habría alguna emergencia», afirmó el director del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos (Cenipa) de la Fuerza Aérea Brasileña, brigadier general Marcelo Moreno.

El oficial agregó en rueda de prensa que el piloto no se comunicó con ninguna torre de control para reportar problemas, por lo que espera que las cajas negras de la aeronave, ya rescatadas, puedan dar alguna pista de lo ocurrido.

De acuerdo con Moreno, el vuelo transcurrió dentro de la normalidad hasta las 13:20 hora brasileña (16:20 GMT), cuando dejó de responder las llamadas del Centro de Control de Aproximación de São Paulo, y un minuto después desapareció del radar.

El general dijo ser muy prematuro comentar las diferentes hipótesis que han señalado especialistas sobre las posibles causas del accidente, la principal de las cuales es sobre la posible formación de hielo en las alas de la aeronave, que explicaría su caída en vertical y girando sobre sí.

«Es muy temprano para afirmar cualquier cosa. En este momento no podemos afirmar si eso fue decisivo o no para lo ocurrido», afirmó el director de Cenipa, quien aclaró que la aeronave accidentada cuenta con un certificado para volar en esas condiciones atmosférica (de formación de hielo).

Según el militar, el avión tiene dispositivos para impedir la formación de hielo en su fuselaje.

El director de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac, regulador), Luiz Ricardo de Souza, dijo en la misma rueda de prensa que tanto el avión como sus tripulantes contaban con todos los certificados exigidos y actualizados.

«El avión estaba totalmente regular y en condiciones normales de aeronavegabilidad. Cumplía todo lo previsto por la legislación», afirmó De Souza al referirse al aparato fabricado en 2010 y que operaba en Brasil desde 2022.

El funcionario agregó que los tripulantes también estaban con todos sus certificados en condiciones legales y al día.

Con información de EFE

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