El legislador merideño, Manuel Mora Izarra y a su vez vicepresidente nacional de Acción Democrática (AD) explicó que alguien que cumple funciones en el Ejecutivo, no puede volver al Legislativo. La razón la dio a raíz de una solicitud que a su juicio es ex temporánea en el caso de una funcionaria del gobierno municipal de Alberto Adriani, que ahora reclama el puesto de concejal.
“El artículo 81° en su numeral 3, de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, es claro al establecer que ni el alcalde, ni los concejales pueden ejercer cargos de otra naturaleza en la administración municipal u otros entes autónomos, empresas, fundaciones o asociaciones civiles. Una vez que se hace se pierde la condición y es lo que está pasando en la realidad con la señora Elsa Valero”, indicó el experimentado legislador.
Explicó adicionalmente que la señora Valero fue incluida en los listados para concejal, en 2021, debido a manipulaciones cuando el proceso de inscripciones de candidatos, “que por cierto incluso yo quedé por fuera en varias ocasiones, debido a que en Caracas se permitió la manipulación amañada de los códigos y vimos el resultado de lo que pasó en Tovar y en Santa Cruz de Mora”, manifestó.
La polémica con el concejal Ramón Martínez
Mora Izarra fustigó las intenciones de algunos directivos de Copei, en el municipio Alberto Adriani y en su dirección regional, “es sorprendente ver como desconocen las normas y como ignoran las leyes, en Acción Democrática somos respetuosos de los procedimientos tal como están establecidos, sin embargo, sabemos que esto obedece a manipulaciones oscuras e intrigas porque no se satisfizo caprichos y deseos personales”, señaló.
El dirigente político adeco explicó que al principio de año surgió una polémica en la designación de la directiva del Concejo Municipal. “Había un acuerdo que este año a Copei le correspondía la presidencia del cuerpo colegiado, lo que ya estaba completamente listo, sin embargo, a última hora, antes de la sesión, desde la dirección regional de Copei llegó otra orden, se le exigía desde esa dirección duramente a Ramón Martínez que debía reclamar además de la presidencia del Concejo Municipal, la secretaría de Cámara, la administración, la consultoría jurídica y la dirección del Sistema Autónomo Municipal de Administración Tributaria (SAMAT), lo que no estuvo nunca en ningún acuerdo”.
Ante las abruptas e inexplicables exigencias, la mayoría de los concejales y el resto de los dirigentes políticos de otras toldas, negaron esa petición. Mora Izarra dijo que el entonces ya aceptado para ser presidente, Ramón Martínez, tampoco estaba de acuerdo, ya que solamente correspondía la presidencia de la Cámara. “Esa situación generó un altercado entre los directivos del partido que pretendió los cambios inconsultos y de intereses personales de última hora”.
Hecho consumado
El legislador enfatizó que ya el hecho de que el concejal suplente de Valero sea quien ocupe el curul, está consumado y quien ejerció cargos en el Ejecutivo no puede volver al Legislativo. Aprovechó la ocasión para destacar que en los últimos días hay una ola de ataques contra Lisandro Segura, de origen político, pero en el caso actual, “privan oscuros y desconocidos intereses personales, no entendemos qué se pretendía con querer controlar todas esas instancias que hoy están bajo el control de funcionarios de diversas corrientes políticas y que desarrollan toda una labor exitosa y equilibrada en función del bienestar de la población de El Vigía”. (CNP 16.478)
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