En el mundo del toro una vez pasan los días y se analiza en frio lo que sucede nos vamos dando cuenta de la importancia de ciertos acontecimientos, para bien o para mal muchas veces en el toreo hay que enfriar las emociones para ver el fondo y la trascendencia de lo ocurrido.
El festival celebrado hace unos días en Maracay tiene una importancia enorme, ya que es la piedra fundacional del resurgir de la fiesta en el centro del país y es la base para empezar ladrillo por ladrillo a edificar las bases del futuro de la tauromaquia.
Interesante propuesta de festejo con la fusión de actos culturales, musicales, gastronómicos con la tauromaquia.
Atractiva combinación que reunió a los maestros José Nelo “Morenito de Maracay” y Manuel Medina “El Rubi” lo que sin duda nos lleva a las gloriosas décadas pasadas donde ambos espadas eran parte de un grupo de toreros de primer orden que toreaban en todas las ferias, ciudades y pueblos del país, José Cariel “El Amarillo” y Fabio Castañeda representan una generación reciente de diestros de buenas maneras que todavía tienen mucho que decir.
Manuel Medina “El Rubi” cortó una oreja destacando por esa raza que ha tenido toda la vida, dos paseó José Cariel que puede ir pensando ya en empresas mayores vestido de luces y pasaron con dignidad y torería el maestro Morenito y Fabio Castañeda, con los novillos de Villa Franca.
Maracay ha sido uno de los pilares de la fiesta de los toros en Venezuela y vuelve a brillar para ser ahora la estrella que ilumina el horizonte del resurgir del toreo.
Crónica de Víctor Eduardo Ramírez Molina
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