En una tarde de andina estampa, con el frio característico que se abalanza desde la Sierra Nevada, se convidó a toda la savia nueva de la soñadora torería merideña en formación, para cumplir con lo que podría llamarse una “súper clase”, donde desde los más pequeños en infantiles cuerpos hasta los ya entrados en adolescencia, vivieron el sueño de sentir la pisada del animal brioso.
La presidencia de Coremer, que reseñó actuación preponderante para consolidar esta jornada, estuvo en todo momento acompañando a los nóveles alumnos, de la mano con histórica ganadería Rancho Grande, divisa nacional tachirense, a quienes todos quienes conforman la afición de la entidad, agradecen ese apoyo invaluable para poder cumplir tan esencial fase formativa.
Coremer destaca el valor de los niños y adolescentes que integran la Escuela Taurina “Humberto Álvarez” de Mérida, quienes con la tutoría de sus maestros, Mauro Pereira y Enrique “Kike” Torres, cumplen abnegada labor semana a semana desde el redondel de la “Román Eduardo Sandia”. De igual manera resaltar la activación permanente de Alí Quintero, Jorge Valecillos entre otros que dedican parte de su tiempo para mantener esa máquina de sueños. Es de destacar la presencia, muleta en mano, del torero Alexander Guillen, quien aupó y ayudó a cada uno de los alumnos.
Desde la presidencia de Coremer, se hizo un llamado a aquellas familias curtidas en afición o a aquellas donde la tauromaquia es una inquietud, para que se acerquen con sus muchachos a las instalaciones de la Plaza de Toros “Román Eduardo Sandia” y encuentren información referida a cómo hacer para formar parte de sus filas a niños y adolescentes con ganas de aprender este apasionante arte de antiquísima tradición. (Prensa Coremer)
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