La conmemoración de la Muerte de Jesús se realizó en la Capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral de Mérida Basílica Menor Inmaculada Concepción, presidida por el Arzobispo Metropolitano de Mérida monseñor Helizandro Terán Bermúdez, OSA.
Al llegar al altar, el arzobispo se postró en el piso, rostro en tierra, en actitud de silencio y oración para meditar tan doloroso momento, posteriormente se levantó y oró con los fieles.
La ceremonia tuvo tres partes, en la primera, la Liturgia de la Palabra con lecturas del profeta Isaías, salmo y Carta a los Hebreos, posteriormente, el arzobispo con el párroco de la Catedral, presbitero. José Gregorio Méndez y el vicario parroquial, presbitero. Leonardo Angulo, leyeron la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan.
Finalizó la primera parte con la Oración Universal por la Santa Iglesia, por el Papa Francisco, por los Ministros y por el pueblo de Dios, por los catecúmenos, por la unidad de los cristianos, por los judíos, por los que no creen en Cristo, por los que no creen en Dios, por los gobernantes y por los atribulados.
En la segunda parte, se realizó la Adoración de la Santa Cruz, la cual se trasladó totalmente tapada hasta el altar, fue descubierta por el Arzobispo por partes, luego celebrantes y fieles pasaron ante la Cruz para Adorarla, no a la imagen de la Cruz sino lo que representa, nuestra salvación.
Después se realizó la comunión de los fieles, finalizada la misma, se desnudó nuevamente el altar que permaneció solamente con la Cruz y los cirios encendidos, dispuesta para su Adoración.
Seguidamente, se procedió a la lectura y reflexión de las 7 Palabras, posteriormente, la Procesión del Santo Sepulcro, retornando luego a la Catedral para la adoración de Jesús en el Santo Sepulcro.
Con estas celebraciones del Viernes Santo, segundo día del Triduo Pascual, la Iglesia quiere resaltar el valor de la Pasión, Muerte y Sepultura de Cristo y nos invita a unirnos en oración como hermanos para celebrar mañana a las 7 de la noche, en la Catedral, la Solemne Vigilia Pascual.
Con información de Freddy Criollo Villalobos / Oficina de Prensa Arquidiócesis de Mérida
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