El papa encabezó la Vigilia Pascual en medio de incertidumbre sobre su salud

El papa encabeza la Vigilia Pascual en medio de incertidumbre sobre su salud

El papa Francisco presidió este sábado 30 de marzo la misa de la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro, después de renunciar al viacrucis del Coliseo para cuidar su salud.

Francisco, de 87 años, llegó para presidir la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro ante miles de peregrinos de todo el mundo poco antes de las 19H30 (18H30 GMT).

Un día después de cancelar su aparición en la ceremonia del viacrucis, el papa, vestido de blanco, llegó en silla de ruedas poco antes del servicio de dos horas.

El Vaticano había confirmado ese mismo día que asistiría. 

Después del rito de la luz en una basílica sumida en la oscuridad para simbolizar el paso de la muerte a la vida de Cristo, Francisco pronunciaría la homilía y luego bautizaría a ocho adultos.

La misa de Pascua del domingo y la bendición "Urbi et Orbi" que le sigue se transmiten en vivo en todo el mundo.

En un breve comunicado el viernes, el Vaticano afirmó:

"para preservar su salud antes de la vigilia de mañana y de la misa del Domingo de Resurrección, el papa Francisco realizaría el viacrucis en el Coliseo desde la Residencia Santa Marta", donde vive.

La decisión de último minuto (la silla del Papa ya estaba colocada para la procesión) y la falta de detalles en la declaración aumentaron las dudas sobre su salud y las preguntas sobre cuánto tiempo podrá continuar liderando la Iglesia Católica y sus más de mil millones de seguidores.

Dudas crecientes 


"El viacrucis de un papa frágil", tituló el sábado el diario italiano La Stampa, mientras Il Messaggero hablaba de una "renuncia a Francisco".

Una fuente del Vaticano dijo el viernes a la AFP que "no había ninguna preocupación particular" por su salud y que la decisión de retirarse había sido "simplemente una medida de precaución".

El jesuita argentino también había cancelado su participación en el viacrucis de 2023, pero esto se produjo tras una estancia hospitalaria de tres días por bronquitis, y fue anunciado con mucha antelación. Semanas después, fue operado de una hernia. 

La Semana Santa es un pilar del calendario católico e implica una serie de ceremonias previas al propio Domingo de Pascua.

Hasta el viernes, el papa había asistido a sus diversos compromisos de Semana Santa, pero recientemente se mostró cansado y en ocasiones ha delegado la función de hablar en colegas.

Francisco, que nunca toma vacaciones, hizo su último viaje en septiembre a la ciudad de Marsella, en el sur de Francia. En diciembre, canceló una asistencia muy esperada a la cumbre climática COP28 en Dubái.

Anteriormente, Francisco había dejado la puerta abierta a dimitir si ya no podía realizar el trabajo. Esto seguiría el ejemplo de su predecesor inmediato, Benedicto XVI, quien en 2013 se convirtió en el primer papa desde la Edad Media en hacerse a un lado voluntariamente.

Pero en unas memorias publicadas este mes, Francisco escribió que "no tenía ninguna causa lo suficientemente grave" como para hacerle pensar en dimitir.

La dimisión es una "posibilidad lejana" que solo estaría justificada en caso de "un grave impedimento físico", escribió.

Con información de AFP

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