Con un auténtico fervor religioso y popular se realizó en la Parroquia Santiago Apóstol de la Punta la Solemnidad de Nuestra Señora de La Candelaria, festividad que se realiza desde hace más de 120 años cuando apareció la Virgen en Zumba.
La Eucaristía la presidió el Pbro. Edduar Molina Escalona y un grupo de sacerdotes de la Arquidiócesis de Mérida quienes participaron en esta celebración organizada por los Vasallos de la Candelaria quienes, junto a los presentes, agradecieron a la Virgen los favores concedidos.
Durante la celebración se realizó la bendición del manto de la Virgen, fueron benditas y encendidas las velas de la Candelaria que nos recuerda la luz del bautismo. Los Vasallos renovaron sus promesas de amor y fidelidad a la Virgen y a la Cofradía, las capas de cada uno de los Vasallos también fueron benditas por el celebrante.
Al finalizar la Eucaristía, un verdadero río de gente siguió la procesión que recorrió las principales calles de La Parroquia al compás de buena música y dos hermosos caballos que bailaron y danzaron gracias a Lusitanos y a la familia Rodríguez.
Emoción desbordante se sintió en la procesión engalanada por los vibrantes colores de los trajes de los Vasallos de la Candelaria. Durante el trayecto la devoción popular se hizo presente, muchas casas de La Parroquia hicieron altares en honor a la Virgen de la Candelaria, adornando incluso calles completas con banderines y adornos hechos de material reciclable.
La Fiesta de la Candelaria continuó hasta horas de la tarde cuando los Vasallos danzaron en la Plaza Bolívar de La Parroquia, frente a la Virgen de la Candelaria, ante la cual muchos Vasallos agradecieron a la Virgen su intercesión por favores recibidos y otros pidiendo su favor.
Finalizó la festividad con una emotiva Eucaristía en el templo donde el Pbro. Edduar Molina Párroco de Santiago Apóstol bendijo los vientres de mujeres embarazadas y se hizo la presentación de niños a la protección de la Virgen de la Candelaria.
No solamente el pueblo de la Parroquia, sino muchos merideños que vinieron desde diferentes sectores, tuvieron la oportunidad de encontrarse nuevamente con la Virgen de la Candelaria y vivir con ella esa masiva manifestación mariana que no se queda solamente en una hermosa tradición popular, sino que se vive con verdadero sentido cristiano de creer en la Candelaria, la Luz que nos ilumina, la Luz que nos transforma y nos santifica, la Luz de la Madre de Dios y Madre Nuestra.
Conn información de Freddy Criollo Villalobos / Oficina de Prensa Arquidiócesis de Mérida
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