Taiwán espera confirmar su propia decisión. Los colegios electorales en la isla asiática cerraron a las 16:00 (hora local) y los resultados definitivos de los comicios presidenciales y legislativos de este 13 de enero se proyectan para las 22:00 (hora local).
Hasta el momento, según la Comisión Central Electoral y los medios locales, William Lai, vicepresidente de la actual mandataria, Tsai Ing-wen, y candidato por el Partido Democrático Progresista lidera con cerca del 40% de los sufragios y más del 85% de las mesas escrutadas.
“Esperamos que toda la gente del país pueda votar de forma entusiasta para mostrar la vitalidad de la democracia taiwanesa y permitir que Taiwán siga avanzando”, dijo Lai en tras emitir su voto en la mañana de este sábado.
En segunda posición estaría el candidato del Kuomintang, Hou Yu-ih, quien es favorable a un acercamiento con China y obtendría algo más del 33% según los datos oficiales. “El proceso electoral ha sido caótico, pero tras las elecciones debemos estar unidos para afrontar los desafíos de Taiwán”, afirmó el opositor.
Por detrás quedaría el outsider Ko Wen-je del Partido Popular de Taiwán con el 26%.
En el arco legislativo, los taiwaneses también votaron la renovación de los 113 escaños que componen el Parlamento, conocido como Yuan Legislativo, donde el partido oficialista tiene una mayoría de 63 asientos.
La jornada de este 13 de enero se registró sin mayores incidentes. A excepción del retraso de un vuelo procedente de Taipéi, la capital, con destino a la isla de Kinmen, que provocó protestas de un centenar de viajeros dispuestos a votar en su lugar de residencia, pues la ley taiwanesa obliga al voto presencial.
Hasta las 18:30 (hora local) la participación rondaba el 69%, a la espera de confirmar si finalmente iguala o supera la de 2020, cuando votó el 74,9% del electorado taiwanés llamado a ejercer su derecho democrático.
Las relaciones con China en el centro
A lo largo de la campaña, que se ha vivido con expectación dentro y fuera del territorio, los indecisos (12%) han supuesto un dolor de cabeza para las encuestadoras en un proceso electoral marcado por el rumbo de las relaciones de Taiwán con China continental.
William Lai, siguiendo el rumbo de su precedesora y con un firme soberanismo, expuso estos comicios como una batalla entre la “democracia” y la “autocracia” en referencia a Beijing. Sin embargo, el candidato del Kuomintang ha manifestado que solo un acercamiento con China a partir de un eventual triunfo opositor podría evitar una "guerra".
Por su parte, el gobierno chino, a través de Zhang Xiaogang, portavoz del Ejército Popular de Liberación, afirmó en las horas previas a la elección está prevenido para tomar “todas las medidas necesarias” para derrotar el independentismo taiwanés.
"(El Ejército) mantiene en todo momento la máxima vigilancia y tomará todas las medidas necesarias para aplastar resueltamente cualquier forma de planes separatistas para la ‘independencia de Taiwán'", subrayó. Desde Beijing se apuesta por una defensa “con firmeza la soberanía e integridad territorial del país”, de acuerdo con las autoridades.
La política de "una sola China" se ha impuesto por el gigante asiático en lo referido a Taiwán luego de que en la guerra civil de 1949 los derrotados nacionalistas del Kuomintang fueran obligados a huir a la isla y ahora quieren imponer el regreso del mando chino allí.
A lo largo de las últimas décadas las relaciones bilaterales han sido fluctuantes de acuerdo con la gobernanza taiwanesa de turno.
Entre 2000 y 2008, con Chen Shui-bian, del Partido Democrático Progresista en el poder, la retórica soberanista tensó mucho las conversaciones con Beijing, que luego se relajaron con la victoria opositora de Ma Ying-jeou hasta la llegada de Tsai Ing-wen en 2016, cuando la fricción se volvió total.
En los últimos dos años, China ha realizado ejercicios militares a gran escala alrededor del territorio insular en represalia al acercamiento entre la administración taiwanesa con Estados Unidos.
Con información de France 24
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