Un dron registró enormes grietas en el asfalto y el suelo en la ciudad islandesa de Grindavík, las cuales surgieron en las recientes semanas debido a la actividad del volcán islandés Fagradalsfjall.
La ciudad fue evacuada el 10 de noviembre por miedo ante una nueva erupción, después de que experimentara miles de temblores sísmicos consecutivos desde finales de octubre. Además, se detectó la presencia de magma entre 500 y 800 metros de profundidad.
Mientras tanto, los científicos estiman que la probabilidad de erupción disminuye día a día, y actualmente es baja porque el magma se solidificó parcialmente. Las autoridades de la ciudad cambiaron la alerta de peligro extraordinario a crítico.
El Instituto de Geociencias, con sede en Madrid (España), recordó este viernes que, en el caso de las erupciones de 2021, 2022 y julio de 2023, en el Fagradalsfjall, tras un aumento de la sismicidad bajó el número de terremotos y, al cabo de un tiempo, se produjo la erupción.
Con información de Actualidad RT

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