Según el informe "Enviado a la basura" de la organización internacional de conservación ambiental WWF, a nivel mundial se desperdician más de 2.250 millones de toneladas de alimentos, lo que se traduce al 40% de la producción mundial.
En el mismo documento aseguran que la pérdida de alimento se hacen desde los productores primarios, pequeños, medianos y grandes; los comercios minoristas, servicios de alimentación como comedores, en transportes terrestres o marítimos, lugares de almacenamiento e incluso en los hogares, todos con cierto grado de afectación al sistema de producción y ventas.
Esta realidad no solo afecta a los productos de consumo humano, también exponen que se desecha una gran cantidad de recursos naturales utilizados para producir los alimentos, como el agua, la tierra y energía.
Se estimó en la investigación que se emplean aproximadamente 4,4 millones de km² de tierras agrícolas y 760 km³ de agua para producir el alimento que luego se desperdicia, hecho que ha provocado una alerta mundial, debido a que la distribución de los alimentos no ha sido la más apropiada. Incluso señalan que con ese 40% desperdiciado se puede atacar el hambre en países en vías al desarrollo.
Influencia en el cambio climático
Este fenómeno también es responsable de 80% de la pérdida de biodiversidad, 80% de la deforestación y 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que la enorme cantidad de desperdicio tiene un impacto significativo en el cambio climático. Además, contribuye e intensifica la degradación ambiental y perpetúa la inseguridad alimentaria.
"Actualmente, a nivel mundial más de 800 millones de personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas de alimentación y, si vemos la situación en nuestro país, alrededor de 30% de niños, niñas y adolescentes sufre emergencia alimentaria. Es incoherente que esto suceda al mismo tiempo que en el planeta se desperdicia 40% de los alimentos. El informe nos muestra que con la cantidad de comida que no es consumida y termina en la basura, se podría alimentar más de 7 veces a quienes hoy padecen hambre en el mundo. Además, junto a los alimentos, se desperdician todos los recursos naturales que se utilizaron para producirlos." afirmó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Jaramillo afirmó que para el 2050 tendremos 20% más de habitantes que en 2023, lo cual implica un aumento de más de 70% en la demanda de proteína animal y más de 50% en la demanda de alimentos en general, lo que se presume que ejercerá aún más presión sobre los recursos naturales mundiales. Posibilidad que, para muchos líderes mundiales, es preocupante.
Foto: cortesía
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