Edison Arciniega, presidente del Centro de Estudios Agroalimentarios (CEA), informó que en 2022 se incrementó cerca de 60 kilogramos el consumo de alimentos, al aumentar la capacidad adquisitiva global de los ciudadanos, pero afirmó que “estamos en un país extremadamente desigual en términos alimentarios”.
“Mientras que el 20 % de los venezolanos más ricos (económicamente) está consumiendo más de 40 kilos de alimentos por mes, el 20 % de los más pobres está consumiendo menos de la mitad de eso en alimentación”, declaró Arciniega en una entrevista para el programa En Este País, transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias.
En el caso de rubros como la carne, señaló que el 20 % de los más pobres solo consume 150 gramos por mes. Asimismo, el plato de comida del más pudiente podría superar los 700 gramos. Por el contrario, el del más desfavorecido estaría por debajo de los 350 gramos, carente de proteínas de origen animal así como frutas.
“Estamos en un país extremadamente desigual en términos alimentarios. Quien más necesita tener mejor alimentación para tener un desempeño que le permita salir de la pobreza, es quien peor lo está. Esto lo condena a un peor desenvolvimiento, menos ingresos y más precariedad”, lamentó.
Riesgo de invasiones agrarias
El presidente del CEA también alertó que cuatro zonas del país tienen más de 60 % de riesgo a que se desaten olas de invasiones de tierras agrarias, producto de la acumulación de decisiones administrativas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y judiciales de los tribunales agrarios y penales con la reafirmación de la propiedad.
“Ya en zonas de Falcón, Barinas y del Sur del Lago se está traduciendo en un incremento del acoso hacia unidades de producción”, enfatizó.
Añadió que, en la producción primaria, unas 150 mil hectáreas, con un rebaño cercano a los 200 mil animales, pudiesen verse afectadas por esta situación.
Emergencias sanitarias
El presidente del Centro de Estudios Agroalimentarios advirtió que está activa una crisis de marchites de plátanos, que afecta a unas 3 mil hectáreas, pero que podría expandirse por un corredor que alberga cerca de 30 mil y que amenaza en términos ulteriores al menos 150 mil hectáreas de plátanos.
“El plátano es en este momento la tercera fuente de calorías de los venezolanos y si no se controla (la crisis), podríamos pasar de ser un país con plena soberanía alimentaria en producción de plátano y cambures a uno dependiente de las importaciones”, subrayó.
Puntualizó que, de acuerdo con las investigaciones ejecutadas, la plaga entró desde Colombia a través de un contrabando de plántulas que llegó de la región del Magdalena Medio.
Paralelamente, la sarna verrugosa de la papa atañe alrededor de 500 hectáreas en las zonas altas de Trujillo y Táchira, donde se siembra la variedad “andinita” y “única”. Ellos presumen que las papas ingresaron ilegalmente desde Colombia y que por falta de controles fitosanitarios, la plaga se está expandiendo poniendo en peligro 50 mil hectáreas.
Por su parte, en el oriente del país se registra la llegada de la gripe aviar, que está causando una reducción en la producción de huevos y pollo, la concentración de la producción en occidente y un incremento de los costos de bioseguridad de las empresas productoras de huevos, pollo y cerdo para impedir su contagio.
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