La semana pasada, en los condados de Miami-Dade y Broward
se registraron fuertes lluvias en el sur del estado de Florida, Estados Unidos. Ahora, la escasez de gasolina, producto
de las inundaciones, genera largas filas
en las estaciones de servicio e incertidumbre entre la población. La inundación en el área de Fort Lauderdale la semana
pasada interrumpió las operaciones en los terminales de distribución de
combustible en Port Everglades, que es el centro principal que distribuye
alrededor del 40% de la gasolina en el estado. Desde el fin de semana, los conductores que querían
cargar combustible se encontraron con una alta afluencia y avisos de problemas
en el suministro. Hasta el momento, algunos
expertos explicaron que era usual experimentar retrasos en el abastecimiento de
gasolina después de desastres naturales. Asimismo, las autoridades pidieron tener paciencia y
estimaron que la situación se regularizará a lo largo de la semana.
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