El mercado petrolero mundial se dispone a abordar el nuevo año lleno de incertidumbre y falta de precisiones en algunas variables estructurales que puedan modificar el mercado.
La afirmación la hizo Rafael Quiroz, economista y especialista en materia petrolera, en entrevista exclusiva para El Universal, donde agregó que “se han ido al traste algunas predicciones de agencias internacionales especializadas que habían previsto que desde principios de este año se iba a mostrar un mercado con precios débiles y con debilidad en la demanda y esto no ha sido así”.
Explicó que más allá de la primera semana del año, el precio se ha comportado con tendencia al alza, es decir que los precios parecieran fuertes para 2023, y eso está respaldado básicamente porque ha habido un incremento en la demanda en lo que va de año, especialmente por parte de los principales compradores, China e India, lo que hace que la Junta de Monitoreo Ministerial conjunto de la OPEP+ (JMMC) estén atentas al comportamiento de la curva del precio.
“Este elemento desata una especie de sentimiento especulativo positivo en los mercados petroleros que pudiera respaldar los precios por encima de los $90 el barril; aun así, los fundamentos no son lo suficientemente sólidos para sostener el precio por encima de los $100, pero, con la cifra por encima de los $90, la OPEP+ y todos sus miembros se sentirían bien servidos en cuanto al precio”, dijo.
Agregó que la demanda petrolera para este año no solo superará el nivel de 100 millones de barriles, sino que incluso es probable que llegue a finales de año cerca de los 103 millones. Esto quiere decir que la demanda sigue incrementándose, a pesar de los pronósticos de que el petróleo tiene sus días contados
Las sanciones a Rusia
Las sanciones contra Rusia no han resultado tan efectivas como esperaban algunos analistas y el efecto en términos de producción, por lo menos hasta el cierre de diciembre de 2022, no pasaron de 250 mil b/d, así que si ese país dejó de vender 250 mil barriles por efecto de las sanciones, eso no es mayor cosa. “Eso es una concha de ajo en comparación con la capacidad de producción que tiene Rusia” y por supuesto “la mayoría de sus barriles los dirigió hacia el mercado asiático y la India”, señaló.
Allí estorbaron, por supuesto, los envíos de crudo venezolano, sin ninguna posibilidad de competitividad ante el ruso, por cuanto este es de mayor calidad y además aplicó mayores descuentos.
Por otra parte, algunos elementos que habían dado señales de una posible recesión mundial muy marcada no se han dado y la inyección de crudo de las reservas estratégicas norteamericanas, el drenaje de más de 250 millones de barriles que aportó Estados Unidos en los últimos nueve meses de 2022, no hicieron mayor efecto en relación al precio, como esperaban los norteamericanos con ese drenaje de un millón de b/d durante nueve meses. Esto ayudó a incrementar un poco la oferta pero no hizo mayor mella en el precio.
La industria nacional
Con respecto a la industria nacional, muy particularmente Pdvsa, y a la situación o expectativas del petróleo venezolano para 2023, “creo que la industria petrolera nacional va a mantener una producción estancada como ocurrió en 2022 y que, salvo algún modesto aporte que pueda agregarle la participación de Chevron, no va a ser un aporte que sobrepase, durante el año, 150 mil b/d; este va a ser un aporte muy modesto, como modesta va a ser su inversión”, indicó.
Según Quiroz, este año la producción nacional estará rondando los 900 mil b/d con precios en el mercado bastante interesantes, pero que no van a poder ser aprovechados por Venezuela.
En conclusión, 2023 no se presenta muy halagador ni para Pdvsa ni para la industria petrolera nacional, y no es solo un problema de financiamiento, ni siquiera es un problema de flexibilización gradual de las sanciones, “el problema básico, determinante y principal de la industria nacional es uno estructural, en primer lugar, y también básicamente de carencia de credibilidad y seriedad porque el gobierno no transmite seriedad ni credibilidad alguna en el mercado petrolero mundial”, afirmó Quiroz.
Insistió en que mientras eso no se supere, junto con el problema estructural de la industria, “Venezuela no tendrá posibilidades de levantar su producción petrolera; más allá de la participación timorata y precavida que puede estar haciendo Chevron, no lograremos levantar la producción petrolera venezolana como quisiéramos”.
Con información de El Universal
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