Lula da Silva jura como presidente de Brasil

Lula da Silva jura como presidente de Brasil
El congreso brasileño juramentó a Lula da Silva como presidente de Brasil, lo que marca el comienzo del tercer mandato de Lula en el cargo.

“Prometo mantener, defender y cumplir la constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, apoyar la unidad, la integridad y la independencia de Brasil”, dijo Lula da Silva.

Los parlamentarios aplaudieron a Lula antes de romper en un canto de “ole, ole ola, Lula, Lula”.




El presidente del Senado abrió la ceremonia rindiendo homenaje a Pelé y al papa Benedicto con un minuto de silencio.

Durante la ceremonia, Lula rompió con el protocolo tradicional para contar una breve historia sobre la pluma que utilizó para firmar los documentos del Congreso.

Bolsonaro viajó a Estados Unidos


En la ceremonia fue notable ausencia de Jair Bolsonaro, quien el viernes partió de Brasil rumbo a Florida y no precisó su fecha de regreso.

Su viaje a EE.UU. rompe con la convención brasileña de que los líderes salientes estén presentes en la ceremonia de toma de posesión de sus sucesores. Se produjo cuando el gobierno de Brasil emitió una ordenanza el viernes que autoriza a cinco funcionarios a acompañar al “futuro expresidente” Bolsonaro a Miami, Florida, entre el 1 y el 30 de enero de 2023.

El exvicepresidente de Bolsonaro, Hamilton Mourao, se dirigió a la nación en un discurso en la televisión nacional el sábado en el último día de su gobierno, y criticó a los líderes cuyo silencio creó “una atmósfera de caos”.

“Líderes que debían tranquilizar y unir a la nación en torno a un proyecto de país permitieron que ese silencio creara una atmósfera de caos y división social”, afirmó Mourao, quien agregó que las fuerzas armadas tuvieron que pagar la cuenta. Desde los resultados de las elecciones, Bolsonaro se había dirigido al público solo tres veces, y en ninguna de ellas dijo que aceptaba los resultados de las elecciones, fomentando que su base radical creyera que el resultado podría revertirse.

Lula da Silva ganó una reñida segunda vuelta el 30 de octubre, en una sorprendente remontada que marcó el regreso de la izquierda al poder en Brasil después de cuatro años de la administración de ultraderecha de Bolsonaro.

Logró un notable retorno al poder, luego de una serie de denuncias de corrupción que lo llevaron a 580 días de prisión. Más tarde, la Corte Suprema dictaminó que el juicio fue nulo, lo que le abrió el camino para postularse para la reelección.

Este será su tercer mandato, después de haber gobernado Brasil durante dos mandatos consecutivos entre 2003 y 2010.

8.000 agentes para la ceremonia de posesión




La presencia de seguridad en la ceremonia es alta, ya que este domingo se movilizaron aproximadamente 8.000 agentes de seguridad de varios cuerpos policiales, según el departamento de seguridad del Distrito Federal.

Más temprano el domingo, la policía militar arrestó a un hombre en Brasilia después de que lo atraparan tratando de ingresar a la ceremonia de posesión con un cuchillo y fuegos artificiales, indicaron las autoridades en un comunicado. El sospechoso viajó desde Río de Janeiro.

Un juez de la Corte Suprema de Brasil ordenó el miércoles una prohibición de cuatro días para portar armas de fuego en la capital que fue extendida hasta el final del domingo, como medida de precaución antes de la ceremonia.

No aplica a los miembros activos de las fuerzas armadas, policías y guardias de seguridad privada, escribió el juez Alexandre de Moraes.

El equipo de Lula da Silva había solicitado la prohibición de las armas de fuego en los días previos a la posesión después de que la policía arrestara a un hombre bajo sospecha de colocar y poseer artefactos explosivos en el Aeropuerto Internacional de Brasilia.


El sospechoso, identificado como el gerente de una gasolinera, George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, es simpatizante de Jair Bolsonaro y le dijo a la policía en un comunicado, visto por CNN, que tenía la intención de “crear caos” para impedir que Lula da Silva asuma nuevamente el cargo.

La prohibición de Moraes entró en vigor cuando miles de simpatizantes de Bolsonaro se reunieron en cuarteles militares en todo el país en protesta por el resultado de las elecciones, pidiendo al ejército que intervenga porque afirman, sin pruebas, que las elecciones fueron robadas.

Bolsonaro condenó el intento con bomba de Sousa el viernes y dijo que “no hay justificación” para un “acto terrorista”.

“Brasil no terminará el 1 de enero, de eso pueden estar seguros”, dijo el presidente saliente en referencia a la fecha de toma de posesión de Lula da Silva.

“Hoy tenemos una masa de gente que sabe más de política”, agregó. “Entienden que están en riesgo. El bien ganará. Tenemos líderes en todo Brasil. Políticos nuevos o reelegidos, marcarán la diferencia”.

Con información de CNN





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