El papa Francisco denuncia el colonialismo económico en África

El papa Francisco denuncia el colonialismo económico en África

El papa Francisco empezó el primer día de su gira en África en República Democrática del Congo este martes. Se trata del quinto viaje del papa Francisco a África, pero es la primera vez que un pontífice visita este país en 37 años. Este martes, Francisco se indignó de las consecuencias del colonialismo político y económico en el continente y llamó las potencias económicas a “quitar sus manos de África” y dejarla “ser protagonista de su propio futuro”.

37 años después de la visita de Juan-Pablo II, República Democrática del Congo (RDC) recibió el papa Francisco este martes 31 de enero. El viaje estaba planeado para mediados de 2022, pero que tuvo que ser pospuesto por las molestias de salud del pontífice. Esta vez, unas decenas de miles de personas se habían congregado en la capital esperando poder verlo.

En su primer acto del viaje, Francisco pronunció un fuerte discurso ante las autoridades en el Palacio de la Nación de Kinsasa, denunciando el colonialismo económico en el continente.

"Tras el colonialismo político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizador", dijo, tomando como ejemplo la RDC, un país "abundantemente depredado, que no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en extranjero para sus habitantes". 

El país es de particular interés económico debido a las minas de coltán, un mineral compuesto por columbita y tantalita, que es clave para la fabricación de teléfonos móviles, otros aparatos de comunicaciones y armamento moderno.

El Papa también hizo referencia al comercio de diamantes, recolectados en condiciones particularmente peligrosas.  

"El veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes", dijo en referencia a las mineras de esta piedra preciosa donde se esclaviza y mueren muchos de sus trabajadores, muchos de ellos niños.

"Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención", agregó Francisco.

Frente al entusiasmo y a la energía de la multitud reunida, el Papa concluyó:

"Quitad las manos de la República Democrática del Congo. Quitad las manos de África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear".

"Que África sea protagonista de su propio destino. Que el mundo recuerde los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales y no se olvide de este país y de este continente", dijo, recibiendo el aplauso de los presentes. 

Llamado a la paz en RDC



Tras su reunión con el presidente del país, Félix Tshisekedi, el pontífice recordó la historia de décadas de guerra en el país, "un genocidio", según lo definió, y lamentó los enfrentamientos actuales.

"La República Democrática del Congo, atormentada por la guerra, sigue sufriendo, dentro de sus fronteras, conflictos y migraciones forzosas y continúa padeciendo terribles formas de explotación, indignas del hombre y de la creación. Este inmenso país lleno de vida, este diafragma de África, golpeado por la violencia como un puñetazo en el estómago, pareciera desde hace tiempo que está sin aliento", dijo.

Por su parte, Felix Tshisekedi denunció este martes lo que consideró "el silencio cómplice" de la comunidad internacional ante los ataques de grupos terroristas en el este.

"Esta desgracia toca hoy y desde hace 30 años a una parte de nuestro territorio víctima de la violencia, donde los grupos, armados por las potencias extranjeras ávidas de los minerales que hay en nuestro subusuelo, cometen con el apoyo directo de nuestro vecino Ruanda crímenes crueles", dijo el presidente.

Francisco visita la RDC en un momento de recrudecimiento de la violencia en esta nación, principalmente en la frontera con Ruanda, donde más de cien grupos armados tienen presencia, entre ellos el Movimiento 23 de Marzo, o M23. Los ataques en la región hicieron que se cancelara la primera escala del papa, que estaba prevista en Goma, en el este del país.

Finalmente, el papa pidió evitar caer "en el tribalismo y la contraposición. Tomar partido obstinadamente por la propia etnia o por intereses particulares, alimentando espirales de odio y violencia".

Denunció la corrupción e invitó a la clase política "a actuar con transparencia, ejerciendo el cargo recibido como un medio para servir a la sociedad" y "favorecer la celebración de elecciones libres, transparentes y creíbles; ampliar aún más la participación en los procesos de paz a las mujeres, los jóvenes y los grupos marginados".


Además de los asuntos económicos, políticos y de seguridad, la visita cuenta con otra meta importante: analizar el futuro de la Iglesia católica en esta región, una de las pocas del mundo donde el número de fieles crece.

En RDC hay más de 6.000 sacerdotes, 10.000 monjas y más de 4.000 seminaristas, lo que constituye el 3,6 % del total mundial de jóvenes que se forman para el sacerdocio.

El evento principal del papa en Kinshasa será una misa, que se celebrará este miércoles en el aeropuerto de Ndolo. Se espera que unas dos millones de personas asistan al encuentro.

Con información de EFE, AP y Reuters

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