Indicó que luego de evaluar la respuesta de los consumidores y de los demás sectores que hacen la cadena para el buen desempeño de una pequeña y mediana empresa, como son los bancos, proveedores de materia prima, organismos públicos, se ha reiniciado labores con precaución entendiendo que el sector textil y confección como otros rublos han sido los más afectados por la pandemia.
Dijo que los que fabrican lo hecho en Venezuela se consiguen con grandes dificultades para fabricar y vender el producto, uno de ellos fue la arremetida de los organismos como el Seniat, alcaldías, entre otros, a poner normas no acordes a la recuperación que se tenía que hacer para superar la paralización por la pandemia exigiendo hacer gastos y pagos cuando estaban descapitalizados con bajos inventarios y sin liquidez.
Manifestó que exigen comprar nuevas máquinas fiscales, costos por multas que fueron puestas, que muchos cargan con esa deuda sin poder pagar, por las pocas ventas que existen, aunado a la falta de créditos de la banca pública y privada.
Señaló que acceder a los créditos es imposibles por los requisitos exigidos, las Pyme no pueden cumplir en estos momentos, aunado a la competencia desleal con productos importados de las cadenas de tiendas y la economía informal que venden productos importados a muy bajos costos fuera de toda lógica del costo económico
Expresó que a todo lo anterior se suma la incapacidad de los de los entes Públicos para solventar el problema de los servicios básicos, el suministro de gasolina, entre otros que agravan el normal funcionamiento de las actividades económica
Otro elemento que indicó Nava, es la devaluación del bolívar que nos descapitaliza y merma el poder adquisitivo de la población, también el poco o nada de apoyo del Estado a la producción nacional que privilegia lo importado a lo fabricado en el país.
Refirió que “nos están desapareciendo porque muchas empresas merideñas están por decidir, si cerrar o continuar ya que las proyecciones es que se cierran en saldos negativos. Sin embargo, vemos una cantidad de empresas especialmente de comercio y servicios que se están instalando del medio oriente y asiáticos con unas condiciones más favorables que las nuestras que poco a poco, han venido desplazando lo poco que queda de las empresas venezolanas”
Advirtió que quieren seguir produciendo en Mérida y en Venezuela para generar puestos de empleos, bienes y servicios de calidad y riqueza para la población, pero se necesita mejores condiciones y entender de cómo está la PIMI en el Estado.
Para finalizar dijo que “la pequeña y mediana industria, así como el comercio merideño, al igual que de todo el país, está en situación crítica que, si no se toman medidas, tienden a desaparecer y la economía propia del estado se anula, los entes públicos deben cooperar para que la recuperación de estas pequeñas empresas, con un plan de estímulos y de flexibilización de algunas exigencias tributarias que les privan que se mantengan abiertas.
Leonardo Rodríguez Dugarte / Compás Informativo
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