Rafael Cadenas ganó el premio Cervantes, el galardón más importante de las letras españolas

Rafael Cadenas ganó el premio Cervantes, el galardón más importante de las letras españolas

El poeta venezolano Rafael Cadenas es el ganador este año del Premio Cervantes, el más prestigioso de las letras en castellano, anunció el Ministerio de Cultura de España este jueves (10.11.2022) en Madrid.

"Por su vasta y dilatada obra literaria, el jurado reconoce la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y la ha llevado hasta alturas de excelencia en nuestra lengua", expresó el ministro Miquel Iceta en rueda de prensa.

"Su obra es una de las más importantes y demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es elevada, es llevada al límite de sus posibilidades creadoras", continuó.

Una carrera llena de reconocimientos


Nacido en Barquisimeto, Venezuela, en 1930, el poeta, ensayista y autor esencial para la poesía hispanoamericana de las últimas décadas, ha recibido numerosos galardones por su obra, entre ellos el Premio Nacional de Literatura en su país (1985), el Premio de Lenguas Romances en México (2009) y el Premio García Lorca en España (2015).

El Premio Cervantes, el más prestigioso de las letras en castellano, está dotado con 125.000 euros.

Desde que se empezó a otorgar en 1976, el reconocimiento ha recaído en autores como Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Álvaro Mutis, Eduardo Mendoza, Carlos Fuentes y Sergio Ramírez, quien felicitó con emoción a Cadenas en sus redes sociales.

Los tenía casi todos: el Reina Sofía, el de la FIL de Guadalajara, el García Lorca…. Ya los tiene todos. A sus 92 años, el sucesor de la uruguaya Cristina Peri Rossi en el palmarés lleva décadas siendo una de las voces fundamentales de la lírica latinoamericana. Una de las voces o, mejor dicho, uno de los silencios fundamentales. Porque Cadenas detesta comentar su poesía, elude cuanto puede las entrevistas y le quita importancia a todo lo que pueda haberle sucedido en la vida. Que no es poco.

Su militancia comunista durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez le obligó a exiliarse cuatro años ―de 1952 a 1956― en la isla Trinidad, pero él acostumbra a desactivar la tensión heroica aclarando que no queda más que a 30 kilómetros de la costa venezolana. Además, añade, “era colonia británica; había mucha libertad”. Se fue con un primer libro publicado ―Cantos iniciales (1946)― y volvió con una experiencia que le daría para dos: Una isla (1958) y Los cuadernos del destierro (1960).

Seis años más tarde, en medio de una terrible depresión, publicó Falsas maniobras, que incluye su poema más famoso, Derrota, todo un icono en América Latina. Por supuesto, su autor se afana en rebajarlo cada vez se le recuerda la popularidad de esos. Lo escribió con 32 años —es decir, hace seis décadas— y ya no se reconoce en ellos. ¿El origen de tanta fama? El ambiente de los años sesenta y la euforia democrática que llevó al Gobierno a Rómulo Betancourt. “Yo que no he tenido nunca un oficio / que ante todo competidor me he sentido débil / que perdí los mejores títulos para la vida / que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)…”. Así empieza un poema-autorretrato en el que el nuevo Cervantes se declaraba imbécil, humillado, ridículo, sin personalidad (ni ganas de tenerla) y avergonzado por actos que no había cometido. Pasado el tiempo, solo dice identificarse con el verso que afirma que apenas habla.

Humilde y silencioso


“Humilde, silencioso y rebelde” son palabras que usó para sí mismo en otro poema. Su tendencia a callar se ha traducido, de hecho, en una escritura cada vez menos exuberante. El jurado del premio Cervantes ha subrayado esa exigencia al premiar una obra que “demuestra el poder transformador de la palabra cuando se lleva la lengua al límite de sus posibilidades creadoras”. En 2007 Rafael Cadenas reunió todos sus libros en Obra entera, un tomo de 700 páginas publicado en España por la editorial Pre-Textos y por el Fondo de Cultura Económica en Latinoamérica. Le siguieron títulos como Sobre abierto (2012) o En torno a Basho y otros poemas (2016). En 2018 Visor publicó Contestaciones, un conjunto de glosas breves a fragmentos de autores como Wislawa Szymborska, Emily Dickinson, Pablo Neruda y, premonitoriamente, Miguel de Cervantes.

La parte de la rebeldía le ha llevado a salir de su habitual discreción para, sin teñir de política su obra, criticar la autoritaria falta de separación de poderes que se vive en Venezuela. Ni que decir tiene que fue acosado desde las filas progubernamentales. Ni que decir tiene que él le quitó importancia a lo que le pasaba: el acoso no se tradujo en agresión. “Seamos reales / quiero exactitudes aterradoras”, dicen dos versos del arte poética que —sin “falsedad” ni brillos”— incluyó en Intemperie (1977). Con todo, siempre ha manifestado su escepticismo respecto al papel social y político de un poema. “La poesía es todopoderosa e insignificante”, afirmó en una entrevista con EL PAÍS en 2014 en las horas previas a una lectura pública en Madrid. “Insignificante porque su influencia en el mundo es mínima. Poderosa por su relación con el lenguaje. La política vacía de sentido las palabras —democracia, justicia, libertad—, los poetas llaman la atención sobre ese vacío. Las palabras pierden su valor si no se corresponden con la cosa que designan. No es nada nuevo. Confucio lo llamaba ‘rectificación de los nombres’ y eso es un poeta: alguien que rectifica”. Visto así, el cuadro de honor del Cervantes, dotado con 125.000 euros, sigue llenándose de rectificadores. Desde 2018 solo ganan poetas: Ida Vitale, Joan Margarit, Francisco Brines, Cristina Peri Rossi y, hoy, Rafael Cadenas, el primer venezolano de su historia.

En Derrota decía que nunca usaría corbata. Veremos cómo se viste el próximo 23 de abril cuando acuda a la Universidad de Alcalá de Henares a recoger el Premio Cervantes de manos del rey Felipe. En el mismo famoso maldito poema escribió “yo que he sido humillado por profesores de literatura…”. Tiene cuatro meses para saldar cuentas.

La entrega del Cervantes se realiza el 23 de abril, día del fallecimiento de Miguel de Cervantes, en la Universidad de Alcalá de Henares, ciudad natal del autor de Don Quijote de la Mancha. En la ceremonia, el galardonado recibe el premio de manos de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

Con información de AFP/ EFE / DW / El País

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