El chavismo y las oposiciones: Intentos de reconstrucción de identidades políticas


 

Por: Alfredo Hernández *

 

"El conflicto, por tanto, no es sólo un resultado posible derivado de la competencia de diferentes prácticas para atribuir sentido político a hechos sociales, sino que, en su corazón mismo, constituye la lógica de lo político como esencia ontológica de la política" (Laclau y Mouffe, 1985).

 

El politólogo y político español Íñigo Errejón, define la política como "la batalla por construir los bandos, los códigos y la topografía del propio campo de batalla" y esto no es más que la construcción de las narrativas, los valores y los términos en los que se plantea el debate público.

 

Al observar la política venezolana en estos tiempos, se puede entrever, que su dinámica se reduce a narrativas discursivas que chocan constantemente y, hasta ahora, ninguna ha logrado imponerse. En esta lucha de discursos que intentan imponer sus valores, términos y narrativas; el chavismo lleva más tiempo consolidándose, mientras tanto, en la oposición surgen nuevos relatos que modifican sus narrativas y terminan empujándola a los escenarios propuestos por el chavismo.

 

Es así como se hace evidente que la narrativa chavista está clara: "Ellos son los patriotas, demócratas que se enfrentan a un puñado de golpistas traidores a la patria". Mientras tanto, en la oposición, hay diferentes narrativas que intentan reivindicar distintos elementos.

 

Por un lado, se encuentra la Plataforma Unitaria que intenta imponer la idea de que ellos son los "demócratas verdaderos", los que se enfrentan desigualmente a una dictadura y a un grupo de "ex opositores vendidos". Con esta narrativa, reclaman para sí, ser considerados como "la oposición legítima". Por otro lado, la Alianza Democrática reivindica la idea de ser "la oposición tradicional" conformada por algunos de los partidos históricos del país. Su narrativa se centra en ser "demócratas, electorales" que se oponen a la corrupción existente tanto en el chavismo como en la oposición dominada por el G4".

 

Las narrativas opositoras no se reducen a las dos mencionadas. Hay otros partidos de oposición que crecen y luchan por imponer su propio relato, entre ellos se encuentran Fuerza Vecinal y el Partido Alianza Lápiz, que reclaman para sí ser reconocidos como "la oposición independiente" y su mejor arma discursiva es promoverse como factores de oposición con eficiencia en la administración pública municipal.

 

Como podemos ver, en esa lucha por la construcción de identidades compartidas y lograr consolidar una narrativa que aglutine el mayor número de ciudadanos, las oposiciones mantienen distintos elementos en su discurso, alejándose cada vez más entre ellas, mientras que, el chavismo mantiene la continuidad de su narrativa. Esta constancia pudiera generarle ventajas en su base y nichos electorales, de cara a las elecciones presidenciales del 2024.



*). Politólogo, analista y consultor digital.  

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