El presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó este miércoles el estatuto especial para venezolanos, establecido por su antecesor, Iván Duque, en el sentido de que, pese a que regulariza a esta población, no le garantiza sus derechos en el país vecino.
«Hasta ahora hay un estatuto especial que permite permanecer en Colombia, pero no permite acceder a los derechos en Colombia», expresó el mandatario.
Lo hizo en un acto donde tomaron posesión varias autoridades de su gobierno, entre ellas el nuevo director de Migración, el exguerrillero del M-19, Carlos Fernando García Manosalva, a quien Petro le dijo que este asunto «merece especial atención».
Por eso, sostuvo que había que «avanzar con los recursos que internacionalmente se han otorgado durante todos estos años últimos, con un tratado que hay que impulsar a nivel latinoamericano, en el ámbito de la Comunidad Andina», con la finalidad de «lograr la plena integración de las personas que provienen de Venezuela a Colombia».
Su plan es «habilitar a esta población a integrarse productivamente», a lo que se suma «la escolaridad» que es «una tarea fundamental es la homologación rápida de títulos, tanto de colombianos allá, que son millones, como de venezolanos acá, que también son millones», enfatizó.
Por otro lado, el presidente colombiano se mostró preocupado por la situación de los migrantes que atraviesan la selva de Darién, principalmente los venezolanos.
En este sentido dijo que es necesaria «una presencia estatal que permita asistencia a las personas que están recorriendo la ruta de la muerte», rumbo a Centro América y luego a Estados Unidos.
El Darién «debe tener una ruta de asistencia del Estado colombiano. Yo pienso que nuestro papel es asistir, en una zona geográfica que, como sabemos, es dificilísima», explicó.
«Ojalá no la recorrieran, pero me parece fundamental, porque es mejor que el Estado esté, a que no esté, con las cosas que están ocurriendo allí a miles de personas, incluidos colombianos y colombianas», sostuvo.
Por último, ordenó que «todas las órdenes de prohibición de entrada al país, que expidió el pasado Gobierno por sectarismo político, deben ser levantadas. Este es un país de libertad (…) ese tipo de actitudes dictatoriales no se debe establecer como política ni de la Cancillería ni de Migración».
«Hasta ahora hay un estatuto especial que permite permanecer en Colombia, pero no permite acceder a los derechos en Colombia», expresó el mandatario.
Lo hizo en un acto donde tomaron posesión varias autoridades de su gobierno, entre ellas el nuevo director de Migración, el exguerrillero del M-19, Carlos Fernando García Manosalva, a quien Petro le dijo que este asunto «merece especial atención».
Por eso, sostuvo que había que «avanzar con los recursos que internacionalmente se han otorgado durante todos estos años últimos, con un tratado que hay que impulsar a nivel latinoamericano, en el ámbito de la Comunidad Andina», con la finalidad de «lograr la plena integración de las personas que provienen de Venezuela a Colombia».
Su plan es «habilitar a esta población a integrarse productivamente», a lo que se suma «la escolaridad» que es «una tarea fundamental es la homologación rápida de títulos, tanto de colombianos allá, que son millones, como de venezolanos acá, que también son millones», enfatizó.
Darién… «la ruta de la muerte»
Por otro lado, el presidente colombiano se mostró preocupado por la situación de los migrantes que atraviesan la selva de Darién, principalmente los venezolanos.
En este sentido dijo que es necesaria «una presencia estatal que permita asistencia a las personas que están recorriendo la ruta de la muerte», rumbo a Centro América y luego a Estados Unidos.
El Darién «debe tener una ruta de asistencia del Estado colombiano. Yo pienso que nuestro papel es asistir, en una zona geográfica que, como sabemos, es dificilísima», explicó.
«Ojalá no la recorrieran, pero me parece fundamental, porque es mejor que el Estado esté, a que no esté, con las cosas que están ocurriendo allí a miles de personas, incluidos colombianos y colombianas», sostuvo.
Por último, ordenó que «todas las órdenes de prohibición de entrada al país, que expidió el pasado Gobierno por sectarismo político, deben ser levantadas. Este es un país de libertad (…) ese tipo de actitudes dictatoriales no se debe establecer como política ni de la Cancillería ni de Migración».
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