«¿Venezuela se arregló o somos un gato muerto?», este es un dicho de los economistas cuando algo se cae desde demasiado alto, hasta un gato muerto cuando da contra el piso rebota. El símil describe que cuando las caídas son tan fuertes —como las que vive Venezuela— los efectos de rebote lucen gigantes. No obstante, «la realidad es que cuando una economía cae 80%, debe crecer 400% para llegar apenas al punto inicial donde inició la caída», explica el economista Omar Zambrano.
Bajo el título «Tres ideas fundamentales para entender a la Venezuela de 2022», Omar Zambrano centró su ponencia durante la presentación del Observatorio de la Región Guayana en la realidad y perspectivas económicas del país, a la luz de los datos y cifras disponibles sobre lo que viene ocurriendo en los últimos meses.
«La verdad es que podemos ser un gato muerto o no; hay elementos que dicen que no, pues Venezuela muestra recuperación en algunas áreas. Hoy estamos en un escenario marcado por la dolarización transaccional, libre mercado para el emprendimiento, libre comercio para la importación de bienes terminados y mayor disponibilidad de bienes de consumo. Existen brotes verdes en algunos sectores, pero la desigualdad es el signo de los tiempos», afirmó el representante de la firma de investigación Anova Policy Research.
A un año de lo que denomina «recuperación no productiva» del país, el también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) explicó que poca gente participa en el mercado laboral. Apuntó que en Venezuela, solo 53,8% de las personas entre 15 y 64 años trabaja y 8,8 millones de adultos en edad productiva no generan ingresos autónomos.
El economista Omar Zambrano detalló que los ingresos laborales han mejorado, pero siguen siendo muy bajos. «En promedio los ingresos laborales en dólares siguen siendo precarios (110 dólares mensuales en Caracas) con gran heterogeneidad». Agregó que las remesas ayudan, pero no como se cree; de acuerdo con cifras preliminares, 18% de del total de familias venezolanas dice que recibe remesas y que en promedio son de $84 mensuales.
El especialista refirió que las enormes brechas salariales son otra muestra de las desigualdades que reinan en el país. Con datos tomados de Anova Policy Research, basados en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), mencionó que en el sector público, el sueldo promedio es de $17,92, el de los trabajadores por cuenta propia es de $52,66 y en el sector privado es de $55,87. «En Venezuela, la desigualdad ha favorecido a los ricos», sentenció.
Zambrano precisó que en Venezuela la vulnerabilidad es de 57%, es decir, afecta a 4.1 millones de hogares, mientras que en el estado Bolívar es de 61%, equivalente a 222 mil hogares. «Incluso existen grandes diferencias intra-regionales como en los municipios Caroní (53%) y Sucre (94%)», dijo el especialista.
En cuanto a la política económica y las perspectivas de crecimiento, así como respecto a la dolarización de facto versus la dolarización formal, el experto dejó claro que «la estabilización basada en el tipo de cambio nominal puede limitar el futuro del desarrollo productivo».
Omar Zambrano precisó, que no se puede crecer sin crédito del sistema financiero, a la vez que advirtió que la migración y fuga de capital humano calificado pasarán factura en algún momento; insistió en la necesidad de reactivar los servicios públicos, aunque aseveró que recuperar la credibilidad, seguridad jurídica y protección de derechos de propiedad es un proceso que va a costar y es de aprendizaje mutuo.
Con información de Tal Cual
Bajo el título «Tres ideas fundamentales para entender a la Venezuela de 2022», Omar Zambrano centró su ponencia durante la presentación del Observatorio de la Región Guayana en la realidad y perspectivas económicas del país, a la luz de los datos y cifras disponibles sobre lo que viene ocurriendo en los últimos meses.
«La verdad es que podemos ser un gato muerto o no; hay elementos que dicen que no, pues Venezuela muestra recuperación en algunas áreas. Hoy estamos en un escenario marcado por la dolarización transaccional, libre mercado para el emprendimiento, libre comercio para la importación de bienes terminados y mayor disponibilidad de bienes de consumo. Existen brotes verdes en algunos sectores, pero la desigualdad es el signo de los tiempos», afirmó el representante de la firma de investigación Anova Policy Research.
A un año de lo que denomina «recuperación no productiva» del país, el también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) explicó que poca gente participa en el mercado laboral. Apuntó que en Venezuela, solo 53,8% de las personas entre 15 y 64 años trabaja y 8,8 millones de adultos en edad productiva no generan ingresos autónomos.
El economista Omar Zambrano detalló que los ingresos laborales han mejorado, pero siguen siendo muy bajos. «En promedio los ingresos laborales en dólares siguen siendo precarios (110 dólares mensuales en Caracas) con gran heterogeneidad». Agregó que las remesas ayudan, pero no como se cree; de acuerdo con cifras preliminares, 18% de del total de familias venezolanas dice que recibe remesas y que en promedio son de $84 mensuales.
El especialista refirió que las enormes brechas salariales son otra muestra de las desigualdades que reinan en el país. Con datos tomados de Anova Policy Research, basados en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), mencionó que en el sector público, el sueldo promedio es de $17,92, el de los trabajadores por cuenta propia es de $52,66 y en el sector privado es de $55,87. «En Venezuela, la desigualdad ha favorecido a los ricos», sentenció.
Zambrano precisó que en Venezuela la vulnerabilidad es de 57%, es decir, afecta a 4.1 millones de hogares, mientras que en el estado Bolívar es de 61%, equivalente a 222 mil hogares. «Incluso existen grandes diferencias intra-regionales como en los municipios Caroní (53%) y Sucre (94%)», dijo el especialista.
En cuanto a la política económica y las perspectivas de crecimiento, así como respecto a la dolarización de facto versus la dolarización formal, el experto dejó claro que «la estabilización basada en el tipo de cambio nominal puede limitar el futuro del desarrollo productivo».
Omar Zambrano precisó, que no se puede crecer sin crédito del sistema financiero, a la vez que advirtió que la migración y fuga de capital humano calificado pasarán factura en algún momento; insistió en la necesidad de reactivar los servicios públicos, aunque aseveró que recuperar la credibilidad, seguridad jurídica y protección de derechos de propiedad es un proceso que va a costar y es de aprendizaje mutuo.
Con información de Tal Cual
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